Ibán García del Blanco, eurodiputado socialista ponente de la ley: «Hay que evitar que la IA sea solo para hacer más ricos a los ricos»

María Viñas Sanmartín
m. viñas REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Ibán García del Blanco
Ibán García del Blanco Eric Vidal / Efe

La democratización de la tecnología, su limitación y la educación al respecto son los retos más urgentes que plantean los algoritmos

23 oct 2023 . Actualizado a las 09:55 h.

Ser conscientes de lo que se tiene entre las manos —sobre todo, de su potencial— es tanto o más importante como ponerle puertas al campo a golpe de leyes. «La prevención es tan importante como el control, como la sanción», opina el eurodiputado socialista Ibán García del Blanco, miembro de la Comisión de Asuntos Jurídicos.

—Dice que, quizá, hay una sobrerreacción cuando suceden casos que generan un cierto pánico como el de los montajes sexuales con inteligencia artificial de Almendralejo.

—Sí, y no se trata de sobrerreaccionar, sino de ser conscientes de los riesgos y las posibilidades que tiene la IA. Es necesaria una alfabetización, una generalización de cierta cultura digital, formación y educación al respecto, y tiene que llegar a todos. Desde luego, a los menores en los colegios, pero también a los padres, a los educadores y a la población general, porque existe mucho desconocimiento. Y sobre esto también habrá cuestiones en la Ley de Inteligencia Artificial europea.

—Esta normativa, ¿cuándo estaría lista?

—Acaba de celebrarse un trílogo, un diálogo entre Comisión, Consejo y Parlamento, que ha sido el tercero. Lo más probable es que haya un cuarto y, que a partir de ahí, haya acuerdo definitivo. Creo que podríamos tener una ley antes de final de año con la presidencia española y ahora se trata de saber si sería de implementación efectiva para el 2024 o iríamos al 2025. Hay quien defiende que necesitamos un tiempo de adaptación.

—¿Qué está siendo lo más complicado de abordar?

—Creo que la propia naturaleza de la IA, porque es una tecnología tremendamente compleja que está en constante evolución y es difícil anticipar en qué sentido va a ir y, por lo tanto, poner remedios previamente a esos posibles riesgos. Implementarla será también muy complicado, porque vamos a necesitar muchas personas especializadas no solo en el ámbito puramente tecnológico o de desarrollo computacional sino también en inteligencia artificial y determinados sectores. Lo que tenemos que garantizar son dos cosas: que exista este sistema de protección que haga segura la utilización de la inteligencia artificial, que no tengamos que estar todo el rato con escándalos y problemas, sino que podamos anticiparnos a la mayoría, y que los beneficios de esta tecnología no se los queden unos pocos.

—¿Debería preocuparnos?

—Sí. Porque detrás de los gigantes tecnológicos que están desarrollando las herramientas más potentes puede haber grandísimos filántropos o no, y el beneficio industrial y comercial está ahí. Entonces puede ocurrir que se deje de invertir en ámbitos en los que la inteligencia artificial a priori no sea tan rentable, como por ejemplo, en enfermedades raras. Y tenemos que asegurarnos de que se tomen las decisiones moralmente correctas, de que haya una equidistribución de los beneficios, de que esto no haga más ricos a los más ricos, o no sirva solo para eso.

«Vamos a ver cambios alucinantes, nunca habíamos estado ante algo tan potente»

Admite Ibán García del Blanco que seis meses antes de la irrupción de herramientas de inteligencia artificial generativa como ChatGPT —textos— o Midjourney —imágenes— «nadie preveía que iban a tener esa potencia, esa actualidad tan inminente y ese funcionamiento».

—¿Será completamente distinto el mundo dentro de unos años?

—Yo diría que sí, porque lo que he comprobado en estos últimos cinco años es que las cosas van a una velocidad vertiginosa, mucho más rápido de lo que nadie pensaba. Estoy seguro de que vamos a ver cambios alucinantes, nunca habíamos estado ante algo tan potente, que tuviera esta capacidad. Con esto no hay que asustar a nadie, pero tendremos que acostumbrarnos a muchos cambios y anticipar cómo nos vamos a ir adaptando.

—¿Llegará un momento en el que será imposible distinguir si una imagen, un audio o un texto ha sido creado con IA?

—La tecnología funciona en dos sentidos, también para poder utilizarla como mecanismo de control, o de búsqueda o averiguación. Yo creo que la ley obligará a hacerlo. Se plantearán determinadas cuestiones o usos de alto riesgo, y algunos estarán ya directamente prohibidos, pero otros estarán obligados a cumplir una serie de salvaguardas y de control efectivo durante el funcionamiento de la tecnología.