
Una investigación sostiene que el mar es cada vez más verde, lo que indica una alteración de los ecosistemas
23 jul 2023 . Actualizado a las 09:47 h.Una pregunta tan antigua como la propia humanidad es ¿por qué el cielo es azul? ¿Y el mar? La explicación es la misma para ambos. El proceso tiene que ver con la refracción de la luz blanca. Cuando la luz sale del Sol y llega a la atmósfera, las partículas presentes en el aire la descomponen en los colores del arco iris. El azul se dispersa en todas las direcciones y colorea el cielo.
Con el océano ocurre lo mismo, aunque la intensidad del azul varía y algunas zonas incluso adquieren tonos verdosos. El mar abierto es azul mientras que en las rías tiende más hacia el verde, un color que aparece por la clorofila, que absorbe mucho azul y refleja el verde.
Según un artículo que acaba de publicarse en Nature, en los últimos veinte años el color del océano ha cambiado significativamente debido al cambio climático. El estudio, liderado por científicos del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y del Centro Nacional de Oceanografía del Reino Unido, señala que este cambio se ha detectado en el 56 % de los océanos del mundo, una extensión mayor que la superficie terrestre total de la Tierra.
La investigación sostiene que las regiones oceánicas tropicales cercanas al ecuador son cada vez más verdes, lo que indica que los ecosistemas de la superficie también están cambiando, ya que el color del océano es un reflejo literal del estado de los organismos y materiales de sus aguas.
Cuando las aguas son de color azul intenso reflejan muy poca vida, y las aguas más verdes indican la presencia de ecosistemas, principalmente de fitoplancton. El fitoplancton es la base de la red trófica marinar desde el krill, los peces y mamíferos marinos.
A través de la fotosíntesis, el fitoplancton consume dióxido de carbono en una escala equivalente a la de los bosques y otras plantas terrestres. Parte de este carbono se transporta a las profundidades del océano cuando muere el fitoplancton, y otra parte se transfiere a diferentes capas del océano a medida que el fitoplancton es comido por otras criaturas, que a su vez se reproducen, generan desechos y mueren.
El fitoplancton es responsable de la mayor parte de la transferencia de dióxido de carbono de la atmósfera al océano. El dióxido de carbono se consume durante la fotosíntesis y el carbono se incorpora al fitoplancton, al igual que el carbono se almacena en la madera y las hojas de un árbol. La mayor parte del carbono regresa a las aguas cercanas a la superficie cuando el fitoplancton se come o se descompone. Por ello, los científicos llevan dos décadas vigilando el fitoplancton en la superficie de los océanos y estudiando cómo responde al cambio climático.
«El color de los océanos ha cambiado porque refleja el impacto en las comunidades de plancton y que afectarán a todo lo que se alimenta de plancton. También afectará a la cantidad de carbono que absorberá el océano, porque los distintos tipos de plancton tienen distintas capacidades para hacerlo. Espero que la gente se lo tome en serio», Stephanie Dutkiewicz, investigadora del MIT y autora del estudio.