El Gobierno abre la puerta a retocar la ley del «solo sí es sí» si el Supremo se reafirma en su postura de rebajar las penas

La Voz REDACCIÓN / AGENCIAS

SOCIEDAD

SANDRA ALONSO

Pedro Sánchez ya no descarta una eventual modificación de la norma. La ministra de Ciencia e Innovación confirma que el Ejecutivo estudiará la interpretación de los tribunales para ver si hay que realizar «ajustes»

09 dic 2022 . Actualizado a las 19:40 h.

Pedro Sánchez no descarta ya una eventual modificación de la Ley de Garantía Integral de la Libertad Sexual, más conocida como ley del «solo sí es sí». Según la agencia de noticias Colpisa, el presidente del Gobierno abrió este martes la puerta a un «retoque técnico» de la norma, al que hasta ahora se han opuesto con rotundidad sus socios de Podemos, en caso de que una nueva sentencia del Tribunal Supremo asiente doctrina en un sentido contrario al que desde Moncloa habían previsto inicialmente. Confirmó este cambio de postura este miércoles la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, en declaraciones a Canal Sur Radio, manifestando que el Ejecutivo estudiará la interpretación que están haciendo los tribunales para ver si hay que realizar «ajustes» con el objetivo que la ley cumpla realmente con el objetivo que tiene, que es seguir avanzando en los derechos de las mujeres y en la lucha contra la violencia que se ejerce contra ellas, en este caso, de carácter sexual.

El alto tribunal rebajó la semana pasada en un año la pena que habría impuesto a los dos jugadores de la Arandina condenados por agresión sexual a una menor al aplicar el texto impulsado desde el Ministerio de Igualdad. Sánchez frenó hace tres semanas el debate que se había abierto en sus propias filas en torno a la necesidad de corregir la ley, en un intento de evitar un nuevo y dramático choque en el seno de la coalición gubernamental. Acababan de producirse las primeras revisiones judiciales que, tras la entrada en vigor de la norma, habían rebajado condenas. La alarma cundió entre los socialistas mientras Podemos se lanzaba a acusar sin matices a los jueces de hacer una lectura errónea e interesada de lo previsto por el legislador como consecuencia de un machismo intrínseco.

El presidente, de viaje en Bali para participar en una reunión del G-20, intervino para poner orden: defendió las bondades del texto y pidió confianza en que la Fiscalía y los tribunales unificarían doctrina en un sentido más favorable a las víctimas. Sus planes, sin embargo, han terminado topando con la obligación de los jueces de aplicar la norma más beneficiosa para el reo y de dar a cada caso un tratamiento individualizado. En este tiempo se han producido ya más de una docena de excarcelaciones y casi medio centenar de rebajas de penas.

Corrección vía ley orgánica

En el Gobierno siguen pidiendo cautela e insisten en esperar a que el Supremo vuelva a pronunciarse antes de dar ningún paso. Pero también admiten que si el alto tribunal se reafirma en sus posiciones (dos sentencias suyas bastan para sentar jurisprudencia) darán curso a una enmienda para reformar la norma y paliar lo que la ministra de Defensa y juez de profesión, Margarita Robles, no dudó en calificar hace unos días de «lagunas».

Entre las opciones que maneja el ala socialista del Gobierno está aprovechar la reforma del Código Penal que suprimirá la sedición para llevar a cabo las modificaciones pertinentes, pero el plazo de enmiendas para esa norma termina este viernes y de aquí a entonces no es esperable que el Supremo vuelva a pronunciarse. Registrar una enmienda en el Senado, otra vía, ralentizaría una tramitación que se quiere llevar a cabo de manera acelerada, por la vía de urgencia. De modo que fuentes gubernamentales ya apuntan a la posibilidad de utilizar cualquiera de las leyes orgánicas que están en tramitación en la Cámara baja para colar su corrección. La decisión no está exenta de riesgos y probablemente abrirá otro frente con Podemos, que se suma a los que ya afectan a sus discrepancias en torno a la ley de vivienda, la ley trans, la ley de familias o incluso la reforma de las pensiones.