Además, gracias a esta tecnología, se pudo visualizar los cambios en la arquitectura de la matriz extracelular a medida que las células tumorales se volvían latentes y cómo cambiaba cuando estas despertaban.
En muestras de pacientes, los científicos demostraron que la abundancia de colágeno podía utilizarse como medida potencial para predecir la recurrencia del tumor y la metástasis. En modelos de ratón, cuando los investigadores aumentaron la cantidad de colágeno de tipo III alrededor de las células cancerosas que habían salido de un tumor, la progresión del cáncer se interrumpió y las células diseminadas se vieron obligadas a entrar en un estado latente.