Rosario García Campelo, oncóloga: «Nunca es tarde para dejar de fumar»

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

La jefa de servicio del Chuac se emociona con los avances en la lucha contra el cáncer y desvela que desconecta tocando el piano

03 feb 2022 . Actualizado a las 11:31 h.

Cercana, directa, risueña, transparente, Rosario García Campelo (Marín, 1972) dice que solo los extranjeros la llaman Rosario, porque les resulta más fácil de pronunciar que Charo, que es como la conoce el resto del mundo. Hablar con ella resultó un verdadero placer.

-El covid trastocó todo, pero a los oncólogos muchísimo. ¿Han recuperado la normalidad?

-La oncología médica no paró con el covid, aunque cambiamos completamente el ritmo o el manejo de muchos pacientes. Ahora la actividad está completamente normalizada. Es verdad que nos trastocó a todos y que el covid se convirtió en un auténtico tsunami para el sistema sanitario. Para el paciente oncológico, el covid ha sido mucho más duro. Pacientes y familiares han sido un auténtico ejemplo de resiliencia.

-Usted dice que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres van a padecer un cáncer. Es un pronóstico terrorífico.

-El cáncer es uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la sociedad moderna, por eso hay que trabajar desde las etapas más iniciales. La prevención es un pilar fundamental. Tenemos que ir más allá y trabajar en salud, ir a los colegios y explicar que hay determinados factores de riesgo como pueden ser el tabaco, el alcohol, la dieta, la exposición solar, que debemos ponerlas a nuestro favor para prevenir la aparición de un cáncer.

-Se ha adelantado a mi pregunta: deme consejos para estar en la mitad que no tendrá cáncer.

-Yo lo tengo claro: la prevención es la mejor forma de tratar un tumor. Y nosotros podemos tener un papel muy proactivo en el tipo de vida que queremos tener: saludable, activo, con un ejercicio razonable y sin tabaco, porque el tabaco es responsable de un altísimo número de tumores. Y no solo en el pulmón. El sobrepeso, la exposición solar sin control son cosas a evitar también.

-Imagine un fumador con décadas de hábito. ¿Qué le dice?

-Nunca es tarde para dejar de fumar. Jamás. Es verdad que no es igual la exposición al tabaco durante un año que durante 25, pero a medida que abandonamos esa exposición mejoran nuestras posibilidades de no desarrollar el tumor.

-Es un asesino muy eficaz.

-Y lo decimos poco. Hay que contárselo a nuestros adolescentes. Somos uno de los países europeos que se inicia antes en el hábito tabaco. Eso merecería una reflexión.

-¿Nunca fumó?

-Nunca fumé. Soy de la liga antitabaco.

-¿Cómo vamos a curar el cáncer en el futuro?

-El término curación lo utilizo con mucha prudencia y con mucho respeto.

-Pues se lo pregunto de otro modo: ¿cómo vamos a evitar que la gente muera de cáncer?

-Ya lo estamos haciendo. Estamos viviendo cambios increíbles. Cada día me sorprendo y me encanta sorprenderme; y me emociona. Tres grandes pilares están cambiando la oncología: el conocimiento biológico de la enfermedad que tratamos; la inmunoterapia y el concepto de medicina de precisión. Estamos en un momento único en la oncología. Es la punta del iceberg de lo que está por venir.

-Usted trata con la muerte con frecuencia. ¿Cómo le afecta en lo personal?

-Los que nos dedicamos a la oncología tenemos una inmensa responsabilidad porque tratamos a personas de enorme vulnerabilidad ya que no siempre las cosas van bien y nunca te acostumbras a las malas noticias. Claro que afecta. Hay días duros en los que llegas a casa con sensación de vacío. Pero tienes a tu familia esperándote y tienes que sobreponerte. Tienes que ponerte bien para dar lo mejor de ti misma al día siguiente en la consulta.

-¡Qué importante es empatizar con el paciente! Las facultades de Medicina deberían formar más esa habilidad.

-Tenemos que buscar la excelencia médica; estudiar, estar al día, ofrecer el mejor tratamiento... Pero también buscar la excelencia más allá de lo técnico, en el trato humano.

-Usted es una jefa de servicio, profesional reputada... ¿Le habría sido más sencillo si hubiera sido un hombre?

-Nunca percibí esa discriminación a nivel personal. Pero los números hablan por sí solos sobre cuántos hombres y mujeres están en puestos de responsabilidad. Y no creo que sea un único factor el que explique esas diferencias.

-¿Le gusta el fútbol?

-Tengo un hijo muy futbolero, así que me tiene que gustar.

-Entonces ¿Celta o Dépor?

-Voy a contestar a la gallega: llevo muchos años en A Coruña y tengo un hijo muy coruñés.

-¿Desconecta bien del trabajo?

-No. Es complicado encontrar el balance entre vida personal y profesional en una profesión como esta. Tengo mucha suerte porque mi familia es muy generosa.

-¿Duerme bien?

-Fantásticamente. No duermo más porque trabajo mucho.

-Defínase en pocas palabras.

-Soy honesta, muy trabajadora y cabezona.

-Le gustaría tener más tiempo libre para...

-Mi familia. Y para el piano, que está en mi vida, pero me gustaría que estuviese mucho más. Me gusta mucho la música y la lectura. La medicina tiene mucho de arte. Al menos para mí.

-¿Qué toca?

-Soy bastante clásica. Me gusta mucho Chopin.

-De adolescente, ¿a quién llevaba en la carpeta?

-A los Hombres G. Ya le digo, soy muy clásica.

-¿Qué se le da mal que le gustaría que se le diese mejor?

-[Se lo piensa un poco] A mi hija le encanta el surf y el paddle surf, pero soy un auténtico desastre.

-¿Y la cocina qué tal?

-Cocino poco. Cuando lo hago, me entrego, pero cocino poco.

-Dígame una canción.

-Alguna de Coldplay. Yellow por ejemplo.

-¿Lo más importante en la vida?

-La familia.