Un recorrido por el Douro vinatero

Begoña Íñiguez LISBOA

SOCIEDAD

La denominación de origen más antigua del mundo en una región Patrimonio de la Humanidad

09 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En plena pandemia cada vez son más las personas que apuestan por improvisar las escapadas vacacionales y decidir en el último momento ese viaje pendiente a la región vinatera en Portugal por excelencia, la del Douro, cuya denominación de origen es la más antigua del mundo y en la que se elaboran los reconocidos vinos de Oporto, de aperitivo o sobremesa, y los del Douro, que acompañan a la perfección cualquier comida o cena. La región fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2001, por su paisaje único y escalonado junto al Duero, cubierto de viñedos centenarios en sus laderas en la denominada viticultura heroica. A lo que hay que añadir su enorme patrimonio artístico y sus impresionantes miradores, que no dejan a nadie indiferente.

Para quien llegue al Douro por primera vez, y para los que ya hayan estado en la zona con anterioridad, nada mejor que instalarse en alguna de sus preciosas quintas y comenzar el recorrido desde su corazón. Donde todo empezó hace centenares de años, cuando se plantaron las primeras viñas en las laderas que descienden al río desde la denominada Cima Corgo, a pocos kilómetros de la bella localidad de Pinhão. Es aquí donde se encuentran las más prestigiosas y antiguas bodegas de la región. «La esencia del Douro Vinatero se encuentra en la Cima Corgo, donde el río Corgo desemboca en el Duero», explica a La Voz la prestigiosa enóloga Marta Casanova, directora general de la bodega Quinta da Côrte. Mientras recorremos con Marta los viñedos que rodean la zona, con un paisaje de quitar el hipo, el río a nuestros pies y las colinas que nos rodean cubiertas de viñas, Casanova explica que allí «están las mejores bodegas del Douro, que realizan pruebas de vinos personalizadas, como nosotros, y experiencias únicas para cada visitante, por eso se le conoce como el triángulo de oro».

Suelos de calidad

Poco después llegamos a lo más alto de la propiedad, donde hay una piscina natural desde la cual se divisa el paisaje con toda su grandiosidad. «No se trata solo de prestigio, sino de la calidad de los terrenos, que generación tras generación nos llevan obsequiando con unos caldos memorables que se venden en las mejores tiendas de vinos del planeta», avanza Casanova.

Quinta da Côrte fue comprada hace 15 años por el grupo vinatero francés Vignobles Austruy, propietario de bodegas en Burdeos, Borgoña, Provenza y Toscana. Para el vicepresidente de la firma, Alban Cacaret, este terroir do Douro, como también se conoce al corazón de la región demarcada, «es único no solo por su ubicación, suelo o su microclima, sino por el cultivo heroico de la viña y por las variedades autóctonas, que no encuentras en ninguna otra zona del mundo», reconoce. «Por ello, hemos mantenido los viñedos centenarios, las variedades autóctonas y para engrandecer el vino y darle un resultado final espectacular tenemos a nuestra enóloga y directora general», dice entre risas, mientras bajamos a la bodega y nos muestran las barricas centenarias en las que guardan los más preciados vinos de Oporto, como auténticos tesoros.

Quinta da Côrte y otros establecimientos vecinos, disponen de alojamiento para pernoctar y degustar la mejor gastronomía de la zona. «Hemos cuidado al máximo la decoración y los detalles made in Portugal», confiesa Cacaret. Uno de los programas más solicitados son las visitas a los miradores, los paseos por el río en rabelo, el barco típico, desde Pinhão hasta Regua. Otra posibilidad es viajar en un tren regular: hay cuatro frecuencias diarias, desde la estación de Pinhão hasta la de Pocinho, Vila Nova de Foz Côa, en el Alto Douro, cerca de España. La estación de Pinhão merece una visita para contemplar sus preciosos azulejos.