Quinta da Côrte fue comprada hace 15 años por el grupo vinatero francés Vignobles Austruy, propietario de bodegas en Burdeos, Borgoña, Provenza y Toscana. Para el vicepresidente de la firma, Alban Cacaret, este terroir do Douro, como también se conoce al corazón de la región demarcada, «es único no solo por su ubicación, suelo o su microclima, sino por el cultivo heroico de la viña y por las variedades autóctonas, que no encuentras en ninguna otra zona del mundo», reconoce. «Por ello, hemos mantenido los viñedos centenarios, las variedades autóctonas y para engrandecer el vino y darle un resultado final espectacular tenemos a nuestra enóloga y directora general», dice entre risas, mientras bajamos a la bodega y nos muestran las barricas centenarias en las que guardan los más preciados vinos de Oporto, como auténticos tesoros.
Quinta da Côrte y otros establecimientos vecinos, disponen de alojamiento para pernoctar y degustar la mejor gastronomía de la zona. «Hemos cuidado al máximo la decoración y los detalles made in Portugal», confiesa Cacaret. Uno de los programas más solicitados son las visitas a los miradores, los paseos por el río en rabelo, el barco típico, desde Pinhão hasta Regua. Otra posibilidad es viajar en un tren regular: hay cuatro frecuencias diarias, desde la estación de Pinhão hasta la de Pocinho, Vila Nova de Foz Côa, en el Alto Douro, cerca de España. La estación de Pinhão merece una visita para contemplar sus preciosos azulejos.