«Tenemos miedo a la ayuda real ante una potencial situación de suicidio»

SOCIEDAD

Ana Garcia

Perdió a una amiga por una muerte por suicidio: «Nos fiamos de nosotros en lugar de dejarlo en manos de profesionales»

02 may 2021 . Actualizado a las 10:02 h.

El nombre es lo de menos. Lo de más es la persona. Y la persona ya no está. Solo queda su recuerdo. Uno de los seres queridos que la vio partir, con apenas cuarenta y pocos años, es su amiga, con la que tantas vivencias compartió, y más cuando las hijas de ambas jugaban juntas. Ha pasado el tiempo, pero la muerte por suicidio siempre da que pensar. Ahí está la clave. En la mente.

«Más allá del dolor que causa que una persona joven muera de este modo, cuando razonas y piensas en frío, sabes que no pudiste o no supiste hacer nada y que por ese camino no es posible seguir dando vueltas», analiza la amiga de la fallecida.

Hace dos décadas que se dedica a la gestión sanitaria y, con conocimiento de causa, opina que «no siempre es una cuestión de falta de recursos para ayudar a estas personas, porque a veces hay recursos pero no sabemos utilizarlos». «A la gente le da miedo pensar que un familiar necesita una ayuda más allá de un psiquiatra, como un centro, por ejemplo, que es un ámbito controlado con capacidad de medicación y donde pueden ayudar. Tenemos miedo a no poder ayudar nosotros, y miedo a la ayuda real. Estigmatizamos el potencial suicidio incluso antes de que suceda. Nos ponemos barreras. Incluso en la sanidad privada, que es más ágil a la hora de canalizar estas situaciones», apunta.

En la actualidad, existen los teléfonos de ayuda de la asociación La Barandilla (911385385), de la Fundación Ayuda y Esperanza (682300003, 682900500 y 681101080) y el Teléfono de la Esperanza (717003717 y en Galicia 981519200).

En estos tiempos, todavía es una incógnita el efecto de la pandemia en la incidencia de las muertes por suicidio, pero lo que es seguro es que la tendrá. «Para superar los tabúes es necesario información. Los estigmas lo son por desconocimiento. Porque es tan difícil de prever un desenlace así... no lo ves. A veces, ni la familia más apegada. Nos fiamos de nosotros, en lugar de dejarlo en manos de profesionales», recomienda. «En el caso de mi amiga, había antecedentes porque su madre y su abuelo también fallecieron por suicidio, pero puede no haberlos. Y es cuando hay gente que piensa que la familia tiene influencia. Pero eso no funciona así, porque las circunstancias provocan que tengas la capacidad y oportunidad de ayudar o no. Ni es tan fácil ni se debe culpar a nadie», analiza.

«Teníamos mucha amistad. Después de su primera hija, pensábamos que se había sumergido en una depresión posparto. Y te quedabas al margen, porque ella se aislaba. Y pierdes el contacto. Era una persona que estaba en tu vida, y se alejó», relata. «Pero cuando falleció fue inevitable pensar: ‘Si no hubiésemos perdido el contacto, si la hubiese ayudado...’ Piensas eso, pero, claro, no sabes lo que sucede en la intimidad, si se toma la medicación o no, o cómo es su día a día en privado...», añade.

«La pandemia contribuye a empeorar la salud mental, pero también el aislamiento tecnológico al que nos sometemos, debido al que ya no acudimos personalmente a nuestro entorno cuando tenemos un problema para contar», piensa. «El suicidio es más cotidiano y cercano de lo que pensamos. Muchas veces no percibes el maremagno de alguien, no ya que haga un intento de suicidio, sino que apenas lo piense. Uno no se levanta por la mañana dispuesto a suicidarse de buenas a primeras», advierte.

«Hay que darse cuenta de que existen múltiples causas, y en esta situación de pandemia, mucho más: la crisis económica, los problemas de convivencia. La salud mental es muy importante en este contexto. Y sin rescates económicos ni sanitarios específicos, todo es mucho más complejo», concluye.

DECRETO

La Xunta creará un registro de tentativas

El conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, anunció hace unas semanas en el Parlamento gallego que la Xunta está elaborando un decreto para reformar los actuales órganos de prevención de suicidio. La norma incluirá la creación de un registro de tentativas con el que poder establecer los factores tanto determinantes como asociados. Además, mediante la contratación de especialistas en salud mental, pondrá en funcionamiento el programa de enlace con la atención primaria o los programas de prevención de suicidio en todas las área sanitarias