Cuando se deslocalizó, en el 2009, producía más de 20 millones de fármacos al año
30 ene 2021 . Actualizado a las 17:08 h.Hasta hace poco más de una década, en O Porriño se hablaba mucho inglés. Por allí acostumbraban a parar muchos ejecutivos británicos de la multinacional AstraZeneca que acudían a una de sus mayores plantas de producción de medicamentos en Europa.
La misma compañía que hoy racanea las dosis de su codiciada vacuna contra el covid-19 produjo durante los 20 años de implantación en Galicia unos 500 millones de unidades de fármacos de todo tipo en su planta porriñesa hasta que en el 2009 se deslocalizó a una nueva planta en Asia, sin apenas hacer ruido.
La calidad de su producción y la elevada cualificación de sus empleados llegaron a situar a esta planta entre las mejores de España en el sector químico.
Las dos fábricas que ocupaba AstraZeneca fueron construidas por la empresa viguesa Zeltia, actual PharmaMar, para la elaboración de fármacos y de productos para el campo. Su construcción data de 1964. En 1990, Zeltia reestructura todo su negocio y vende ambas plantas a la británica Zeneca que, entre 1995 y 1997 desembolsó más de 30 millones de euros (5.000 millones de pesetas de la época) en inversiones para modernizar y garantizar la viabilidad de estas empresas.
Fármacos de primera línea
En el año 2000, Zeneca culminó su fusión con Astra y llegó a un acuerdo con Novartis para crear una nueva compañía, Syngenta. La nueva AstraZeneca mantuvo entre sus activos la fábrica farmacéutica porriñesa, con 90 empleados, que con el tiempo y el aumento de la producción llegaron a ser 200. Mientras, Syngenta pasó a explotar, a partir de ese año, la hasta ahora denominada Zeneca Agro.
Fue una operación de éxito para Galicia, ya que la fusión de Zéneca y Astra tuvo peores consecuencias para otras plantas. La antigua planta de Zeneca en Esplugues de Llobregat, con 50 empleados, acabó cerrada.
La nueva AstraZeneca Farmacéutica Spain arrancó con una facturación de más de 250 millones de euros (42.276 millones de pesetas), sede social en Madrid y factoría en O Porriño, para abastecer a los mercados español, portugués y americano.
Los nueve años siguientes fueron los más brillantes para la planta gallega, de la que salieron los principales medicamentos superventas del grupo británico, entre ellos los tres inhaladores de más consumo en el mercado europeo: Pulmicort, Oxis y Rinocart, que representaban el 40 % de la producción total de la planta de O Porriño
.En las naves de O Porriño se produjeron también millones de unidades de antitumorales como Iressa, tratamiento de última línea para el cáncer de pulmón, Avastin para tumores de colon; Crestor, su fármaco estrella contra el colesterol, y algunos de sus productos más punteros como Zoming, para la migraña.
Unas instalaciones que producirán millones de dosis para Novavax
Antes de irse, AstraZeneca firmó en octubre del 2009 un contrato de venta de las instalaciones de O Porriño y el traspaso de buena parte de la plantilla a la firma farmacéutica gallega CZ Veterinaria Biofabri, que es el actual grupo Zendal.
Y las vueltas que da la vida, es precisamente en esas naves, o en parte de ellas, porque Zendal está en pleno proceso de expansión, en donde se van a empezar a fabricar millones de dosis de otra vacuna contra el covid 19 que competirá con la desarrollada por AstraZeneca.
Se trata del antígeno de la compañía estadounidense Novavax, que según los estudios clínicos, ha demostrado una eficacia del 89,3 %. El medicamento, basado en proteínas, también ha demostrado funcionar frente a las variantes británica y sudafricana del virus.
Para cerrar el círculo, en el año 2019, Zendal adquirió Zelnova Zeltia, la división química del grupo PharmaMar, y la última filial que mantenía el grupo de José maría Fernández Sousa en suelo gallego. Pharmamar también ha adquirido un protagonismo en la lucha farmacéutica contra la pandemia, con el desarrollo de su antitumoral Aplidin como antiviral. La biofarmacéutica de origen gallego demostraba esta semana que Aplidin reduce casi un 100 % la carga viral del covid-19.