Almacena muestras biológicas en sus instalaciones de Santiago
14 nov 2020 . Actualizado a las 12:38 h.
¿Quién ha dicho que no hay capacidad para almacenar las vacunas contra el SARS-CoV-2 que se necesitan? Isabel Talegón, responsable de la empresa Biorepos, responde abriendo la puerta de seguridad de la gran sala blanca, inmaculada, de la nave del polígono de Costa Vella, en Santiago, que alberga once unidades de ultracongelación, además de una cámara congeladora, con capacidad para tres millones de dosis de la vacuna. Estas instalaciones forman parte de la red que las empresas gallegas Prosaga y Servicio Móvil y la vasca Bexen Medical pusieron en marcha hace un año, tras aliarse en Biorepos con el objetivo de liderar en España la conservación y custodia de muestras biológicas de uso clínico y para investigación, aplicando los más altos estándares de calidad, seguridad y trazabilidad.
Esta red está inicialmente formada por los biorrepositorios (almacenes de muestras biológicas) de Santiago, Madrid y Hernani, la localidad guipuzcoana sede de Bexen, que hace más de un lustro fue pionera en España al poner en marcha el primer centro privado. Entre los tres, Biorepos suma «de forma inmediata, una capacidad de conservación y almacenamiento de diez millones de vacunas, y podemos llegar a treinta millones», explica Isabel Talegón. Para ampliar la capacidad actual, ya tienen equipos y espacio disponible en sus instalaciones, más que suficiente para los diez millones de vacunas (veinte millones de dosis) de Pfizer y BioNTech que el ministro Salvador Illa anunció el martes que comprará España para inmunizar a diez millones de personas a principios del 2021.
El emergente sector biotecnológico gallego y los centros oficiales y equipos de investigación constituyen actualmente el grueso de la demanda de los servicios de Biorepos, que alberga muestras biológicas humanas, animales, incluso vegetales, a temperaturas de refrigeración, congelación, ultracongelación y criogenia.