Tamika Mallory, la activista negra que pone en jaque el poder blanco en EE.UU.

L.G.C. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Asesores de la administración Obama definieron a la activista como una «líder del futuro»
Asesores de la administración Obama definieron a la activista como una «líder del futuro» YOUTUBE

El discurso que la neoyorquina pronunció tras la muerte de George Floyd se ha hecho viral y ha agitado conciencias en todo el mundo

07 jun 2020 . Actualizado a las 14:47 h.

Cuando la garganta de George Floyd se secó, millones de personas a lo largo y ancho del planeta decidieron salir a las calles para convertirse en su voz. Una de ellas fue la de Tamika Mallory, una afroamericana que todavía no ha cumplido los cuarenta pero a la que la revista Time ya elevó en el 2017 a la lista de las cien mujeres más influyentes del mundo.

Con su mirada desafiante y un discurso que brota de las entrañas, Tamika se plantó en Mineápolis para participar en las protestas por el asesinato de Floyd y le gritó al país, y al mundo, que ya bastaba, que era más que suficiente. Que ellos no eran los culpables de «la enfermedad mental que se ha infligido a nuestro pueblo desde las instituciones del gobierno estadounidense y quienes están en puestos de poder». Porque la activista tiene claro que lo de la tierra de la libertad no es extensivo a los negros.

A Tamika no le tiembla el pulso ni el dedo acusador. Se ha forjado en la primera línea de la batalla por la igualdad, por los derechos y por la justicia social. Por que la diferencia entre el color de la piel o el sexo no manden. Nacida en Harlem y criada en el Bronx, Tamika mamó desde pequeña la lucha por los derechos civiles. Sus padres formaban parte de la Red Nacional de Acción, una organización de derechos civiles en la que pronto se involucró y a la que dedicó años.

«Tenía 15 años y me apasionaba la justicia social. Tenía la gran habilidad de notar la injusticia en la sociedad. Fue una sensación incómoda porque la mayoría de mis amigos se centraron en ser adolescentes. Mientras tanto, yo miraba las noticias e iba a mítines. Las jóvenes cool en la televisión no eran como yo. No parecían preocuparse por los problemas de la comunidad. Me sentía incómoda. Estaba obsesionada con ayudar a la gente», se describe en Instagram, una red social desde la que apela una y otra vez a la igualdad.

Con poco más de veinte años, Tanika vio nacer a su hijo y experimentó lo que se siente cuando matan a tiros a tu marido. Más madera para una activista cuyo alegato viral por la muerte de Floyd incluía sentencias tan demoledoras como que «EE.UU. no está diseñado para responsabilizar a policías por matar negros».

La marcha de las mujeres

A sus 39 años, Tamika Mallory es el ejemplo de hasta dónde puede llegar la definición de activista. Ayudó a crear un programa de prevención de la violencia con armas en Nueva York dotado con 20 millones de euros, formó parte del comité de transición de Nueva York del alcalde Bill de Blasio y se involucró en distintas campañas contra la violencia y las armas, antes de poner en marcha su propia consultoría. «Es una líder del mañana», la definió la asesora principal de Barak Obama durante su presidencia.

Pero si a algo se vincula el nombre de Tamika es la marcha de las mujeres que en el año 2017 recorrió Washington. Ella, junto a otras tres compañeras, fue la impulsora de la protesta, que con Trump recién llegado a la Casa Blanca, reclamaba los derechos de las mujeres, la reforma de las leyes de inmigración, los derechos de gays, lesbianas y transexuales, la reforma del sistema sanitario, la justicia climática y la racial. 

Quizás es su carácter o su capacidad de liderazgo, pero Tamikya se ha convertido en una azotadora de conciencias con un discurso viralizado y agitador. Pero, como toda cara tiene su cruz, hay quien ha tachado a la líder de antisemita, algo que ella ha negado defendiendo que son sus hechos, y no sus palabras, las que hablan por sí solos.