Empresarios y políticos esperan que el Camino Norte y el Primitivo conserven su tirón

xosé maría palacios
Redactor

Si el 2020 puede ser un año en el que el turismo se mueva en un entorno relativamente próximo al de la residencia habitual y en ambientes poco o nada masificados, hay dos rutas jacobeas en las que se confía en la capacidad para atraer visitantes. Los albergues privados aún no han reabierto, y empresarios que los gestionan admiten que todavía carecen de normas concretas sobre la forma en que atenderán a los clientes; sin embargo, en localidades por las que pasan el Camino Norte y el Primitivo se espera que este año, pese todos los condicionantes del covid-19 y del estado de alarma, se consiga una cierta actividad.

María Xosé Pernas, que tiene un albergue en Vilalba, aún no sabe cuándo reabrirá, pero sí afirma que ya ha recibido alguna reserva. «É xente que, por exemplo, cambiou para agosto e tiña reserva para maio. Outros cambiaron para outubro. Supoño que peregrinos haberá, pero é difícil», explica.

La necesidad de guardar distancias y de mantener limpias las instalaciones son cuestiones que preocupan, aunque también hay, en su caso, confianza en el valor de la ruta por la tranquilidad que ofrece. «O Camiño Norte aínda non está masificado, vale para xente que quere tranquilidade», dice.

José Ulla, alcalde de Begonte y presidente de la asociación provincial de municipios del Camino Norte, opina también que este puede ser un buen año para esta ruta jacobea. Subraya que en Galicia, hasta ahora, la incidencia del covid-19 ha sido menor que en otras comunidades y que una peregrinación por el Camino Norte se hace en un entorno poco masificado, con lo que el atractivo será mayor este año: la gente, dice, tenderá a alejarse de grandes aglomeraciones.

Modesto Renda, concejal vilalbés de Turismo, sostiene que el potencial del Camino Norte aún no se ha aprovechado del todo en el municipio vilalbés. Sin embargo, cree que una tendencia como la que se intuye este año, con poco interés por lugares masificados, puede suponer un apoyo. «Pode ser unha oportunidade e un estímulo para un concello coma Vilalba», considera.

Carlos López, alcalde de A Fonsagrada, no duda de que su municipio, el primero por el que pasa el Camino Primitivo en Galicia tras dejar atrás Asturias, podrá aprovechar su situación en la ruta jacobea y sus alicientes naturales en general para captar turistas que quizá elegirían otros destinos en otras circunstancias. Una de las bazas que ayudarán, cree, es que la iniciativa privada se ha ido incorporando al tirón de la ruta, por lo que ha aumentado la oferta de plazas. Incluso se atreve a pronosticar cómo serán los caminantes: «Quizais se vai ver un peregrino de máis poder adquisitivo», dice el regidor fonsagradino, que vaticina un buen verano para el turismo rural en general.

OSCAR CELA

Bernardo Fraga , que tiene un establecimiento en A Fonsagrada, muestra dos puntos de vista algo distintos: por un lado, confía en las capacidades de la ruta; por otro, cree que este año ya ha quedado muy marcado por la crisis del covid-19. «A nosa vantaxe é que este é un camiño pouco masificado», afirma. También opina que el 2020 ya no podrá recuperarse de la actual situación, y agrega que por ahora no tiene solicitudes de reserva de plazas.

«O ano dámolo por perdido, e creo que o a no que vén [el 2021 es año santo] se vai resentir tamén», explica. De todos modos, los empresarios del Camino Primitivo, que han creado una asociación, prevén reunirse próximamente con la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, para analizar la situación.

Confianza en Asturias sobre la presencia de caminantes durante los próximos meses

«El bum del Camino Primitivo vino con la anterior crisis. Se buscaba un turismo más modesto, y creo que por ahí se puede seguir». Celestino Díaz vive en el municipio de Salas, por el que pasa el Camino Primitivo y es secretario de la asociación de empresarios de esa ruta jacobea en el vecino principado. Aunque en la comunidad todavía están cerrados los albergues, como en Galicia, cree que este 2020, sin alcanzar los niveles de años recientes, puede ofrecer algún resultado favorable. «Tengo esperanza de que el verano sea bueno, pero eso no va a salvar el año», sostiene, resaltando que el invierno y buena parte de la primavera no se han aprovechado.

La perspectiva de que en este año crezca el turismo de proximidad encuentra, en su opinión, un detalle que quizá le impida aumentar: «En el Camino Primitivo, tampoco había un aluvión de españoles», comenta. De todos modos, sí confía en que el verano «sea aceptable».

Vilalba se interesa por el turismo de congresos

Vilalba pretende potenciar sus capacidades en el turismo de congresos. El edil Modesto Renda explicó ayer que se podría usar la ubicación de Vilalba en un radio de acción que abarcase parte de Galicia e incluso de Asturias, y también comentó que se preveía lanzar una aplicación con datos sobre la oferta hostelera local. Ya en el pleno de abril del 2019 se aprobó una moción del BNG que recogía la necesidad de captar un turismo de congresos.