Simón, sobre las terrazas llenas: «No podemos olvidar a los muertos tan rápido»

La Voz

SOCIEDAD

El Gobierno aboga por mejorar la detección de nuevos casos para dar pasos

12 may 2020 . Actualizado a las 14:47 h.

La detección precoz de nuevos positivos se convierte en el principal reto en la fase de transición de la pandemia en España. Así lo ha manifestado Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, tras incidir en la responsabilidad personal para no echar por la borda lo conseguido con el confinamiento. 

En su comparecencia diaria, y pese al ligero repunte de muertes y nuevos casos registrados -176 fallecimientos frente a los 123 de ayer y 426 nuevos positivos cuando ayer eran 373-, el epidemiólogo subrayó la «tendencia a la baja» que está experimentando el covid-19 en el país. Y explicó que, en este momento, los muertos se concentran en las comunidades más afectadas por la epidemia.

«Queremos llegar a los cero casos, aunque es muy complicado, pero al menos vamos a intentar llegar a menos de cien casos nuevos», sostuvo, antes de alertar advertir que «aún hay un riesgo de transmisión y no podemos bajar la guardia».

En esta línea, el epidemiólogo marcó como reto fundamental la detección rápida de nuevos positivos para los que, según explicó, «se van a ir mejorando los mecanismos de vigilancia». «Queremos ver si lo estamos detectando todo y lo estamos detectando a tiempo», abundó. Y por ello Sanidad va a pedir a partir de ahora una información más exhaustiva a las comunidades autónomas. Todo para evitar rebrotes que frenen el proceso de vuelta a la normalidad.

Por ello, defendió la necesidad de cuarentenas para quienes lleguen del extranjero - «si ahora mismo las personas que llegan de otros países pueden ser uno de sus mayores riesgos, debemos tomar precauciones»- e insistió, como no, en la necesidad de aplicar medidas de prevención. «Lo que hemos vivido no lo podemos olvidar.No podemos olvidar a los muertos tan rápido», espetó.

Así, sostuvo que «la mejor mascarilla son dos metros de distancia», desmarcándose de quienes defienden el uso obligatorio de este elemento protector en la calle. Defendió su utilización en los medios de transporte público y allí donde no es posible garantizar la distancia de seguridad, pero añadió que «hay que pensar su obligatoriedad con mucho cuidado porque puede generar problemas importantes» en personas con problemas de ansiedad y otras patologías.

«Debemos incidir más en otros aspectos como el distanciamiento físico entre personas de dos metros. Y es algo que comunidades que han entrado en la fase 1 deben tener muy presente», concluyó