El comercio intenta aprovechar el tirón del Día de la Madre, a la espera de abrir

M. Cobas / M. Doallo OURENSE

SOCIEDAD

Servando Vázquez, en su floristería situada en la calle Celso Emilio Ferreiro, Chabel
Servando Vázquez, en su floristería situada en la calle Celso Emilio Ferreiro, Chabel Santi M. Amil

Algunos negocios recurren a Internet o al teléfono para dar salida a sus productos

30 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras no llega el 11 de mayo, fecha prevista para la reapertura de negocios, los comerciantes ourensanos apuntan al Día de la Madre con el fin de reavivar sus ventas en la medida de lo posible. Y es que aunque sea confinadas las madres de la provincia merecen recibir su regalo este domingo. Uno de los sectores al que más se suele recurrir para sorprender a las progenitoras es el de las floristerías. «Lo que más sale son los ramos variados o solo de rosas y en cuestión de plantas nos piden muchas orquídeas», explica Servando Vázquez, propietario de Chabel, en la calle Celso Emilio Ferreiro.

Comenzada la crisis, este ourensano y su mujer vieron marchitarse un gran pedido de flores que habían encargado con la idea de venderlas durante el Día del Padre. «Hemos vuelto a pedir flor, por primera vez desde que comenzó el estado de alarma, porque los pedidos empiezan a incrementarse de cara al domingo. Tenemos la suerte de trabajar bastante producto nacional, especialmente de Galicia, y eso nos va a ayudar a la hora de proveernos», admite. Los encargos pueden realizarse por teléfono y se entregan a domicilio en el día solicitado. «Nos ha llenado de alegría ver que los ourensanos regalarán flores a sus madres y estamos muy agradecidos de ver que la gente cuenta con nosotros», termina.

Odilo Fernández, en su joyería El Cronómetro
Odilo Fernández, en su joyería El Cronómetro Santi M. Amil

Odilo Fernández: «Decidimos vender a través de la web»

En la joyería El Cronómetro, en la rúa da Paz, están especializados en diamantes. Cuentan con su propio taller y disponen de piezas asequibles a cualquier bolsillo. En este ya centenario comercio ourensano han tenido que adaptarse a la crisis y lo han hecho gracias a Internet. «Decidimos vender a través de la web dadas las circunstancias y lo cierto es que vamos recibiendo algunos pedidos, aunque nos dedicamos a la venta personalizada», explica Odilo Fernández, hijo del fundador de la joyería. De ahí que hayan puesto a disposición de los clientes un teléfono en el que recibirán asesoramiento personal. «Las joyas simbolizan momentos especiales y en el día de las madres es común sorprenderlas desde con el detalle de un pequeño colgante hasta con un pieza única», termina.

Pilar Rodríguez es la propietaria de O Prenda en O Barco de Valdeorras
Pilar Rodríguez es la propietaria de O Prenda en O Barco de Valdeorras

Pilar Rodríguez: «La gente tiene miedo a recibir paquetes»

Con la idea de que ninguna abuela se quede sin regalo el Día de la Madre, Pilar Rodríguez no solo envía a domicilio la ropa de O Prenda, especializada en tallas grandes, sino que también la hace llegar a las residencias de mayores. Acaba de lanzar la web y de cara al domingo tiene varios encargos. «He tenido algunos pedidos, por fortuna, porque si no estaría sin ningún ingreso; pero creo que la gente todavía es reacia, tiene miedo a recibir paquetes que vengan de fuera», señala. Espera que con el paso de los días se vaya normalizando la situación.

Jorge Álvarez es el propietario de Ton y Son en O Barco de Valdeorras
Jorge Álvarez es el propietario de Ton y Son en O Barco de Valdeorras

Jorge Álvarez: «Vamos salvando la situación»

El barquense Jorge Álvarez reconoce que está viviendo el cierre «con mucha incertidumbre, y con resignación, como todos», a la espera de poder reabrir Ton y Son. Mientras, reconoce que las ventas por Internet (está en el portal Comercio Galicia) le están funcionando bien. «Al coincidir con el Día de la Madre, la gente se está animando a comprar», señala. Hace envíos a toda España, y también recibe encargos a través de las redes sociales. Entre los clientes locales funciona más el wasap. «Ya llevamos muchas semanas cerrados y la gente va necesitando accesorios para los instrumentos», dice. Y remata: «No funcionamos como en una situación normal, pero intentamos salvar la situación».