Los cacos también se quedan en casa

alberto mahía REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CEDIDA

La Delegación del Gobierno cifra en un 73 % la caída de delitos comunes en la provincia

30 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Para qué va a reventar un caco una máquina tragaperras si están todas vacías. Qué tipo de malandro se cuela en una casa en medio del confinamiento si todo el mundo está dentro. Tan absurdo como el delincuente que roba un coche cuando las carreteras están vacías y las fuerzas del orden controlan los accesos. Qué atracador sale ahora por la noche de caza, vagando por las calles y exponiéndose en busca de una víctima a la que quitarle el bolso. Pues pásmense. Los hay. Muy pocos, pero están ahí. La buena noticia es esa, que la mayoría de los delincuentes han desaparecido. Nadie sabe dónde están ni qué hacen. Tampoco de qué viven.

Según datos de la Delegación del Gobierno, en la provincia coruñesa se ha reducido en un 73 % el número de delitos comunes. Estos son los de toda la vida, propios del delincuente que no quiere herir, que rehúye de la sangre. Amenazan, pero no lesionan. Robos en bares, tragaperras, vaciar casas, hurtar objetos de vehículos estacionados, tirones, atracos a establecimientos públicos...

También es cierto que ese extraordinario descenso del número de delitos hay que achacárselo a que las carreteras se vaciaron. Las infracciones penales referentes al tráfico (alcoholemias, contra la seguridad vial, conducción temeraria...) apenas se registran. «Muchos jóvenes ya no vuelven en mal estado a casa de madrugada tras el cierre de discotecas o pubs. Tampoco, a raíz del escaso tráfico, se aprecian conductores haciendo barbaridades», explica un agente de la Guardia Civil del cuartel de Carballo. Pero no hay que bajar la guardia, dicen desde la Policía. Aún no se ha visto en la provincia, pero desde otras vienen advirtiendo las autoridades de la impronta de grupos que se hacen pasar por sanitarios o miembros de entidades benéficas para entrar en las casas de personas mayores y llevarles la cartera al descuido.

Un nuevo escenario criminal

La obligación de permanecer en los domicilios está modificando de forma considerable el patrón de las conductas criminales de la provincia, en todas sus vertientes y posibilidades. Desde los delitos menores e infracciones de tráfico hasta el narcotráfico y el segmento conocido como cuello blanco (delitos económicos y de tráfico de influencias, entre otros), los delincuentes se han encontrado ante un nuevo escenario social que pone patas arriba el modo en el que, hasta ahora, cometían los hechos ilícitos. Pero la ausencia de gente en las calles también propicia otro tipo de conductas que las autoridades ya contemplan y tratan de prever.

Diferentes expertos de la Policía Nacional, la Guardia Civil y distintos cuerpos de policías municipales de la provincia coruñesa explican cómo están cambiando los hábitos delictivos. Todos coinciden en que «nos encontramos ante una situación inédita y aún es pronto para poder sacar conclusiones definitivas en el plano más sociológico de esta realidad».

En el estado de alarma, salir a delinquir se complica. «La policía está en la calle y es muy fácil que se fijen en un vehículo sospechoso o en un viandante que llame su atención», comentan desde la comisaría de Santiago. El investigador indica que la posibilidad de delinquir no lo es todo, ya que los individuos que perpetran este tipo de delitos juegan con las multitudes y con el poder «camuflarse» entre el resto de ciudadanos. «Ahora están mucho más expuestos, por lo que se lo piensan dos veces», añade.

Según la Delegación del Gobierno, los equipos policiales centrados en la detección de este tipo de bandas cuentan con un factor a su favor estos días: el aumento de controles de carretera y la obligación de identificar y justificar el destino por parte de las autoridades.

En cuanto al narcotráfico, este tiene mucha relación con el entorno urbano y el comercio en espacios exteriores, que se ha neutralizado porque cualquier persona en la calle llama la atención», apunta Becerra. «Tanto el consumidor como el proveedor se estarán buscando las formas, pero con la dificultad añadida de que la compra en la calle se ha dificultado muchísimo», añaden desde la comisaría ferrolana.

Ciberdelincuentes ocupan ahora el espacio dejado por los rateros de calle

La Policía ha detectado en los últimos días la compra masiva de dominios de Internet vinculados con el coronavirus. El director adjunto operativo, el comisario José Ángel González, cifró esta compra en 12.000 dominios. «El ciberpatrullaje ha detectado que se ha producido este movimiento, casi al unísono y a los mismos proveedores, y que puede ser el paso previo» para la actuación de ciberdelincuentes cuyos fines son hacerse con los datos bancarios de las víctimas o proyectar virus informáticos en sistema esenciales.

El comisario explicó que los ciberdelincuentes buscan aprovecharse del miedo de la ciudadanía y ofrecen en sus páginas productos milagrosos para curar el virus o evitar su contagio. La Policía ha divulgado en su web una guía con consejos para evitar ser víctima de estas actuaciones cibernéticas.

Tasa de criminalidad

Galicia se consolidaba a principios de este año como la cuarta comunidad más segura de toda España con 29,7 infracciones penales registradas por cada mil habitantes, y a gran distancia de la medida estatal, de 46,8, según el Balance de criminalidad del Ministerio de Interior.

Por provincias, el total de infracciones creció el año pasado con respecto al 2018 en la de A Coruña, un 0,7 %; en Pontevedra, 4,2 %, y en Lugo, 5,1 %. Sin embargo, se registró un descenso en el caso de la provincia de Ourense del 0,5 %. El delegado del Gobierno incidió en el hecho del aumento de las estafas cibernéticas en la provincia.