Las decepciones

Tamara Montero
Tamara Montero CUATRO VERDADES

SOCIEDAD

18 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Es una sensación extraña. Descubrir que en el fondo, no valía la pena. Que la frialdad numérica, que rige este siglo líquido, no siempre acierta. Que te has esforzado para nada. El mismo vacío que al principio de la cena. Tuvo algún momento. De repente, una luz. Intensa. Hasta que descubrías que lo que te estaba cegando no eran más que los faros de un coche anodino atravesando la niebla.

Es algo así como aquel primer trago de cerveza. Un sorbo tan amargo que crees que no volverás a acercarte a ella. Y con todo, regresas. Y repites el gesto. Y llega un momento en el que no puedes renunciar a ella. A pesar de que se ha convertido en música de ascensor. En la conversación vacía de una sala de espera. En ese runrún de fondo mientras te concentras. Sigues, cada noche, abriéndole la puerta.

Avanza con sigilo. Desde el sofá, ni siquiera te enteras. Hasta que un día giras la cabeza y eres incapaz de reconocer aquello a lo que te enfrentas. Otra cara, otra voz. Diferentes problemas. Una escena completamente distinta a la de aquel primer trago de cerveza. Todo es amargura. Y sin embargo, consuela. Un pinchazo que te recuerda que estás vivo. Que sientes. Y que te queda una mínima parcela. Que nadie puede conocerte hasta ese punto. Que siempre queda un resquicio para la sorpresa. Que has vencido al algoritmo. Esta serie no vale absolutamente nada. Una decepción que saboreas.