«Me espanta coser; lo hago porque me lo han pedido»
El jurado se ha remangado en la segunda edición de Maestros de la costura y, además de juzgar, también cose en algunas pruebas.
-¿Qué tal le sienta colocarse al otro lado?
-Me espanta coser, no me gusta nada. Para qué te voy a contar una milonga cuando no es verdad. Lo hago porque me lo ha pedido la productora y no se me ha dado mal. Pero disfruto más cortando, modelando en el maniquí, con el patrón, con el aspecto tridimensional y escultórico. El traje de Anne [Igartiburu] de las últimas campanadas, que era una cosa rarísima, lo fuimos montando sobre ella, esculpiendo el tejido sobre su cuerpo. No había patrón.
-Siempre es usted el rey de la elegancia en Nochevieja frente al alboroto de Cristina Pedroche.
-Para gustos, los colores, y yo a Cristina Pedroche la defiendo a capa y espada. Es joven, guapa, tiene cuerpo para lo que le echen, es gamberra y está fenomenal. Si no hace esas travesuras a su edad, ¿cuándo las va a hacer? Lo patético sería que Anne y yo, con nuestra edad y trayectoria, hiciéramos ese tipo de bromas. Y más para La 1...
-Y siempre la viste de rojo, como su icónico vestido de la reina.
-Bueno, en aquel momento no era ni princesa de Asturias, era la señorita Letizia Ortiz. Sí, quizás es el más icónico de mi carrera.
-¿El hecho de ser tan mediático lo limita a la hora de seguir vistiendo a personas como ella?
-No lo creo. Primero, porque la reina dejó de venir a este taller hace muchísimos años, cuando yo no era lo que soy ahora, si es que ahora soy algo. Si algún día decide volver, las puertas están más que abiertas, pero no me quita el sueño. Después de tantos años estoy acostumbrado a clientas que te adoran, te dejan en el olvido, vuelven, desaparecen... Voy a decir una cosa muy políticamente incorrecta: «La donna é mobile». Y no es una crítica, las mujeres son de una manera, los hombres de otra y ya está.
M. P.
El imitador Raúl Pérez tiene en su haber un buen número de imitaciones donde prácticamente calca a los personajes. El último en unirse a la terna de personajes que Pérez tiene en su haber ha sido el diseñador Lorenzo Caprile. La visita del diseñador a Late Motiv motivó que el modista, como él mismo prefiere denominarse, propició que Lorenzo Caprile conociese al verdadero Lorenzo Caprile (en la piel de Raúl Pérez).
Las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar y eran muchos los que alababan el buen hacer del diseñador. Algunos incluso aseguraban que les costaba diferencial al real de la imitación.
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