La vida a -40 grados: «Nunca tiven tanto frío na miña vida, non se pode parar na rúa»

SOCIEDAD

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Dos gallegos residentes en el estado de Illinois relatan su experiencia tras la rotura del vórtice polar

31 ene 2019 . Actualizado a las 23:33 h.

Jorge e Iago han querido compartir con La Voz el frío extremo que están experimentando estos días. En las afueras de la facultad esperan a que alguien les haga una fotografía. Al cabo de unos minutos se dan cuenta de que no será fácil. Una iniciativa creada en Change.org y apoyada por 13.000 estudiantes ha permitido suspender las clases.

«Aínda que normalmente sempre hai algo de ambiente, hoxe [por ayer], tanto no bus coma na rúa, non ves a ninguén», confiesa Algarra. «Cuando encontrábamos a alguien nos costaba pararle porque el frío es insoportable», añade Eiras. Los dos son científicos de la atmósfera del grupo EPhysLab de la Universidade de Vigo, que se encuentran en una estancia de investigación en Urbana-Champaign, la ciudad universitaria del estado de Illinois, situada a una hora en tren de Chicago, y donde los inviernos suelen ser muy crudos. «La moda aquí es algo totalmente secundario, lo importante es vestir ropa que abrigue bien. A nadie le importa como lleve uno mismo o lleven los demás el pelo. Todos lo llevamos hecho un desastre, porque todos utilizamos gorros de lana en la calle», relata Jorge.

La rotura del vórtice polar ha abierto las puertas para que el aire más frío que se concentra en el extremo norte de la Tierra en esta época del año invada Estados Unidos. Los meteorólogos han calificado la actual ola de frío como la más intensa de la última generación. El mercurio ha alcanzado los cuarenta grados bajo cero. Hay ya ocho muertos y la mitad del país está paralizado. Pero en zonas como en Urbana-Champaign, el viento intenso que viene con la masa de aire provoca que el valor de la sensación térmica sea incluso inferior a los que marca el termómetro, hasta sesenta grados bajo cero. «Para desprazarme á facultade necesito coller o autobús. O peor momento é a espera na parada. Intento medir o tempo para estar o mínimo a esperar por el e evitar quedar na rúa», reconoce Iago. «Esperando el autobús para volver a mi piso se me congeló la pantalla de mi ebook», asegura Jorge. Estos días el episodio histórico de frío polar consume páginas de periódicos y minutos de telediarios en todo el mundo, y ellos lo notan. «Meus pais e os amigos preguntan preocupados polo frío e as temperaturas extremas», dice Algarra. «Aquí tampoco se habla de otras cosa. Una compañera que lleva aquí diez años me dijo que no recuerda un frío como este», apunta Jorge.

Eiras, que tiene una beca Fulbrigh, investiga sobre el impacto de los ríos atmosféricos, el fenómeno que transporta la humedad tropical a las latitudes medias y que aumenta el agua precipitable de los frentes que descargan en Galicia, y el efecto que podría tener este evento en el contexto del cambio climático. Las palabras de Donald Trump, señalando que el frío actual demuestra que no existe el calentamiento global todavía escuecen. «En mi departamento se recibieron con resignación y, por mi parte, también con tristeza. Que el presidente de Estados Unidos envíe este mensaje nos parece irresponsable. No nos tomamos el asunto a broma, y nos preocupan declaraciones como esa que pueden banalizar el problema», advierte.