Médicos sin Fronteras centra la lupa en desplazados de Níger y barrios pobres de Caracas
Los lugares olvidados se esconden por cualquier rincón del mundo, pero Médicos sin Fronteras ha puesto la lupa últimamente en dos puntos del mapa que poco tienen en común, a no ser la sospecha de que en sus desvencijados edificios o en sus míseras chozas malviven personas con necesidades. En el caso de Níger, la labor humanitaria se centra en las regiones del lago Chad y en Diffa, donde por conflictos humanitarios, hay desplazamientos de poblaciones a zonas inhóspitas de las que nada se sabe, y que se hace preciso localizar. Pero la necesidad no entiende de fronteras, y lo mismo anida en las inhóspitas tierras de Níger como en los superpoblados barrios de Caracas, donde Médicos sin Fronteras ha puesto en marcha un programa de salud mental dirigido a víctimas de la violencia callejera.
Localizar a esas víctimas es fundamental para ayudarles, y en ello están las 65.000 personas que ya participaron en Mapatones celebrados en todo el mundo. «La gente también puede cartografiar desde su casa», indica María Díaz. Otra manera altruista de recorrer el mundo.