María Porto: «Casi no sabemos cómo se nace»

Ana Abelenda Vázquez
Ana Abelenda REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PInto & Chinto

Embarazadas Galicia, asociación de la que es fundadora, está integrada por 3.500 mujeres

03 jun 2022 . Actualizado a las 16:58 h.

«Una embarazada no es una enferma», subraya María Porto, madre de dos hijos y fundadora de Embarazadas Galicia, una piña, 3.500 mujeres a una para dar red y calor a la maternidad. «Cuando me quedé embarazada de mi hija mayor, fui a una reunión de El Parto es Nuestro en Santiago y se me abrieron mil puertas», cuenta esta hija de enfermera y nieta de médico. Ella creció entre batas blancas, juntando libros de anatomía con preguntas. «Hice un máster, como quien dice, en embarazo. Un máster en parto, otro en lactancia... ¡En casa estamos con los másteres de la vida!», dice con humor y el pequeño de sus «tragones» en el regazo. De su investigación materna nació otro hijo que tiene casi cinco años, Embarazadas Galicia. «Hay que buscar tribu. En las ciudades hay cada vez más grupos de crianza. Con la dispersión geográfica de Galicia, la tribu virtual ayuda mucho, porque algunas veces vivimos muy solas esta etapa», considera María.

-Un parto no es una operación. ¿Qué deberíamos saber antes de parir?

-Que hay muchas cosas que puedes decidir, que tenemos muchos más derechos de los que se conocen a pie de calle. Hoy casi no sabemos cómo se nace y cómo se pare. Tenemos Internet en la palma de la mano, pero cuesta seleccionar, ver qué cosas son rigurosas o encajan contigo. Yo he intentando conciliarme con la mamífera que soy, con este cuerpo que habito para ponérselo más fácil. Somos gallegos del siglo XXI pero nuestro cuerpo no ha cambiado tanto en miles de años. Y los animales del bosque no necesitan All Bran para regularse, ¿no?

-No vivimos en el bosque...

-Pero no podemos olvidar la naturaleza. Soy una mamífera que vive en una ciudad, trabaja con un ordenador y le gusta Netflix. Hay que conciliar perspectivas.

-Para despejar las dudas, ¿es contraria o no a la epidural?

-El parto es un proceso fisiológico, equilibrado, que lleva siendo así millones de años. No necesitamos nada artificial, que a veces interfiere en el proceso. Pero hoy en día, con este estrés de forma de vida, necesitamos parches vitales: pastillas para dormir, fibra en sobres para ir al baño... Que la epidural es innecesaria para parir es una línea de horizonte que manejamos en Embarazadas Galicia. ¿Pero cómo vamos a llegar en nueve meses a reconciliarnos con nuestro cuerpo? ¿Cómo llegamos si, además, hay protocolos de atención al parto que no ayudan? Lo ideal para mí es ser consciente de cómo funciona el cuerpo humano y elegir el lugar que te dé la mayor tranquilidad posible. Estoy segura de que la epidural puede ser la mejor decisión para una mujer en su parto.

-¿Parió con dolor?

-Sí. Y parir sin anestesia duele, no digo nada nuevo. Fue a pelo y doloroso. Pero elegí un hospital donde me aseguré herramientas y profesionales que me ayudasen a vivir ese dolor sin sufrir.

-¿Qué profesionales son clave en el embarazo y el parto?

-La figura que debe acompañar a la mujer durante su vida sexual es la matrona. Un parto de bajo riesgo lo atienden matronas.

-¿Qué es violencia obstétrica, en un par de ejemplos?

-Que te nieguen algo basado en la evidencia científica que facilita la propia web del Sergas es violencia obstétrica. O que vulneren la ley de autonomía del paciente. Ahora las mujeres ya no nos guardamos las intimidades del parto. El cambio es imparable.

-¿Cree que en los partos se mete más mano de la que toca?

-En general, en España sí. Pero hay una buena nueva ola de sanitarios, que entienden que queremos decidir junto a ellos, no contra ellos. Desde el 2013 se ha instaurado el plan de parto en todos los centros, pero sigue siendo una lotería que respeten tus deseos...

-¿Un hospital para parir bien?

-Para mí, el Hospital do Salnés es la referencia de respeto a las decisiones de la mujer, sean las que sean. Podría ser el modelo del sistema. O Salnés tiene premios, y ha trasladado su forma de trabajar a otros hospitales de España. Allí también hay vías, epidural, cesáreas, biberones... El tema no es «lo natural para todas»; es que cada mujer dé a luz en condiciones de tener la mejor experiencia posible de un momento tan importante en su vida. Y en apoyo real a la lactancia materna hay un suspenso generalizado, pero sí hay sitios, como Santiago, donde lo están haciendo genial, con un comité de lactancia de primera, y consulta con una matrona certificada. ¡Ya podían tomar nota en otras áreas!

-¿Aprueba la baja «igualitaria» de 16 semanas para el padre?

-Uf, me parece una broma pesada. Tantos años negando la ampliación de la baja de la madre por falta de presupuesto... y vienen con esto. Las madres y los bebés vamos a seguir igual, ¡haciendo cábalas y malabares a partir de las 16 semanas!

-Hay hombres que aún hoy no se implican en el cuidado de los hijos. ¿No merecen un empujón?

-Sí, pero el cambio no se consigue con aprobar una baja de 16 semanas intransferible para ellos, sino con otras muchas cosas. Las mujeres, que sabemos lo que se cuece en casa, estamos demasiado ocupadas criando, trabajando, e intentando no caernos a cachos, para protestar por decisiones políticas. Si los cuidados tuviesen valor, si se revalorizasen... Porque el mundo no lo cambia el Gobierno. El mundo se cambia en cada casa.