¿Qué consecuencias tendrá sobre los consumidores?
Dependerá de la decisión que adopte la compañía. Si Google decide empezar a cobrar por sus aplicaciones podría cargar el coste al fabricante (por preinstalación) o al usuario (al descargar sus aplicaciones). En cualquier caso, el precio de los dispositivos se encarecería. Vestager cree que el aumento del precio de los móviles no es irremediable. «Hay una teoría que dice que los precios subirán, pero cuando hay más competitividad, los precios bajan», aseguró la comisaria. Tampoco está claro que la apertura vaya a afectar a Google. Su dominio es tan abrumador, que, a pesar de abrir las puertas a los competidores, los fabricantes seguirían apostando por preinstalar sus servicios.