Cuando un Nobel no es suficiente

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

Jose Castaño se quedó sin beca para ir a trabajar con J.A. Leggett porque los evaluadores calificaron como buena, pero no excelente, la trayectoria del grupo del nobel del 2003

02 feb 2018 . Actualizado a las 08:28 h.

Con una medio sonrisa recuerda Jose Castaño Verde (Vigo, 1991) cómo se quedó hace dos años sin financiación para hacer una estancia de tres meses en Illinois y trabajar con el premio Nobel de Física del 2003, J.A. Leggett. «Yo tengo una beca FPU -cuenta en un laboratorio lleno de cables de la Facultade de Física de la USC, en la que realiza el doctorado bajo la dirección de Manuel V. Ramallo- y esa beca te permite pedir otras becas para hacer estancias». Así que redactó la memoria sobre su investigación en materiales superconductores, justificó que la línea de investigación de Illinois estaba relacionada con su tesis, el estado de desarrollo de la investigación y la calidad del grupo al que quería incorporarse. «Lo surrealista es que puntuaron la calidad del grupo de investigación con un 0,8 sobre un punto y poniendo explícitamente que había solicitudes de otros centros de investigación que tenían mejores puntuaciones» que el grupo que dirige un premio Nobel. «Es bastante surrealista teniendo en cuenta que es uno de las personas más influyentes en la materia» y que ha redactado artículos con un impacto brutal, con miles de citas. Para los evaluadores era un grupo con una trayectoria buena, pero no excelente.

Además, puntuaron con un 0,5 sobre uno el interés didáctico de la visita, y según denuncia Castaño, lo hicieron después de admitir que la línea de investigación del grupo era muy semejante a la temática de su tesis.

Así que se quedó a una décima de conseguir la beca hace dos años. Ya había hablado con el nobel, que le dio el visto bueno para la visita. Todo estaba en marcha. Así que el grupo de investigación compostelano financió el viaje y Jose Castaño decidió pagarse la estancia de su bolsillo. Pero al final, a posteriori, entró financiación.

Al año siguiente, pidió la ayuda en los mismos términos; le dieron la máxima puntuación La historia no se queda ahí. El año pasado, Castaño volvió a intentarlo. Todo era igual, la memoria, la justificación de la semejanza de su tesis con la línea de investigación de Leggett... Todo, excepto que, obviamente, su tesis había avanzado más. «En el resto, llevé la máxima nota». En la evaluación del año pasado la trayectoria del grupo de Leggett sí era excelente y el interés didáctico también era mucho. Un punto por cada cosa. Un nueve sobre nueve, el máximo.

Jose Castaño llegó hace unos días de esa estancia de tres meses, una experiencia de la que ha regresado con unas perspectivas más que buenas. Los resultados de su trabajo en Illinois son prometedores y serán publicados. ¿Firmará con un nobel? «Bueno, no lo sé, firmar con un nobel es complicado, porque él no firma todos los trabajos. Hay gente que está nueve años con él y nunca llega a firmar con él».

A poco más de un año de terminar su tesis, Jose Castaño sigue trabajando en una investigación que quiere arrojar luz sobre cómo se comportan los materiales superconductores, con propiedades interesantes para aplicaciones en energía y medicina. Por ejemplo, los imanes de aparatos de los TAC están hechos con esos materiales. La investigación del doctorando de la USC se centra en estudiar cómo responden los materiales superconductores a una deformación y elaborar una teoría. Además también está modelizando su estudio para crear sensores que detectan radiación y se aplican a algunos píxeles de cámaras infrarrojas.