Donde las ideas se vuelven reales

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

SANDRA ALONSO

Una pulsera que detecta alérgenos en un plato; una «app» que reduce desperdicios en alimentación o audífonos hechos con impresión 3D, todo cabe en este laboratorio

02 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Llegan con su idea bajo el brazo. Algunos en una fase inicial, otros ya con clientes. Acaban de aterrizar en el Gaiás, en su vivero de empresas, de la mano del programa Connecting for Good Galicia que impulsa la Fundación Vodafone España en colaboración con la Xunta. Ahora tienen seis meses para darle un empujón a su proyecto, que debe cumplir dos requisitos, buscar soluciones tecnológicas y resolver un reto social en el ámbito educativo, de la salud o de la participación ciudadana.

Son seis iniciativas muy diferentes tanto en la procedencia de sus socios, en el número de inversores o en los potenciales clientes. Del derecho al diseño industrial pasando por la física o la ingeniería. De dos, a media docena de emprendedores. Algunos trabajarán en este vivero y otros lo harán fuera. Para resolver problemas relacionados con la alimentación, el medio ambiente, los conflictos o la salud.

Iago Iglesias y Carlos López han creado It. En su caso ya están trabajando con empresas, pero también quieren clientes particulares. ¿Y qué es It? Una empresa que hace servicios 3D. Tráeme un plano, un modelado o una idea, y te lo llevas en tres dimensiones. De momento se centran en sus propios diseños, lámparas, estanterías, mesas... pero están abiertos a cualquier propuesta, «es una nueva forma de fabricar cosas sin tener que ir a China», cuenta Iago.

Jesús González y su socia vivían en Barcelona cuando se les ocurrió hacer algo para reducir la gran cantidad de desperdicios alimentarios que se producen en los pequeños comercios. Y surgió Tapper. Es una app para los productos perecederos. Al final del día los establecimientos hacen un listado de los alimentos que no podrán vender al día siguiente. Marcan cantidades y precios y los usuarios compran en función de sus necesidades. El comercio coloca productos que no iba a vender, el cliente compra con descuentos y el medio ambiente se ahorra desperdicios. En el futuro, además, quieren integrar a las entidades benéficas. 

Javier Pedraza es uno de los creadores de Sense(x), un dispositivo que permite analizar los alérgenos de un plato. «¿Quién no conoce a alguien intolerante al gluten?», explica. Con una simple pulsera se evitan los interrogatorios al cocinero para saber qué ingredientes lleva cada plato, y que por ejemplo en un país extranjero son más complicados. Quieren incluir hasta 14 alérgenos e incluso obtener análisis de uso y compartir los resultados en redes sociales. 

Audífonos económicos

3DAcoustic está en fase de constitución entre cinco o seis colaboradores. Tienen a especialistas en óptica y optometría, ingenieros... Hacen audífonos en 3D, con lo que reducen el tiempo de fabricación de más de diez días a 24 horas, y el coste entre un 50 y un 70 %. ¿Y se pierde calidad al hacer un audífono con una impresora 3D? «No, de hecho las grandes empresas tienen impresoras 3D en grandes formatos. Nosotros traemos la gran empresa a pequeña escala», explica Marcos, uno de los impulsores. Más aún, quieren que la población diana no sean solo las personas con problemas de audición sino todas, al incluir traductores automáticos en el dispositivo, «queremos reventar el mercado», apunta Marcos.

De la audición a la formación. Porque Formadox quiere eso, ofrecer una plataforma que permita dar la misma experiencia que los talleres presenciales o los laboratorios, incorporando simuladores o kits didácticos. Una de las características de los proyectos de este vivero es que parten de la tecnología pero su aplicación es en sectores sociales, como Mediación Móbil, que mediante una app y una web ofrecen un servicio de mediación. Sus promotores, Nacho Fernández y Ángel Torres, se han centrado en el ámbito empresarial y el educativo en la primera fase, para resolver aquellos conflictos en los que no es necesaria la intervención judicial. 

Podrán optar a una ayuda de 25.000 euros de la Xunta y la Fundación Vodafone dará 10.000 euros al más accesible, pero su mayor premio será sin duda el éxito de su empresa.