«Trabajar aquí me permite conocer héroes anónimos que no vemos»

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

VÍTOR MEJUTO

Destaca cómo el programa Esfuerza, que cumple 10 años, ha devuelto las ganas de hacer cosas a mucha gente

04 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Felipa Jove ejerce de anfitriona en la Fundación que lleva el nombre de su hermana María José. Es una mujer cercana. Una de esas personas que cuando te reciben, te invitan a un café y te abren las puertas de la que, en cierto modo, es su casa. Felipa, presidenta del patronato de la entidad, es discreta. No le gusta hablar de ella misma, pero al recordar a toda la gente que ha ido encontrado en los proyectos que desarrollan termina emocionándose. «Me gusta saber dónde se queda todo lo que haces, aunque sea un proyecto modesto», dice. Y es que muchas veces las cosas pequeñas acaban convirtiéndose en grandes. El programa Esfuerza, con el que también colabora la obra social 'La Caixa', resulta un buen ejemplo. Ella misma fue voluntaria dando clase de aeróbic. Ahora el proyecto cumple diez años, un aniversario que conmemora con una muestra de fotos que abrirá mañana en la sede de la fundación. Es el testigo que da cuenta de cada una de las historias que se esconden detrás de la imagen. Porque, como se le escapa, «trabajar aquí me permite conocer a muchos héroes anónimos que no vemos. Como una familia que tiene adoptados cuatro hermanos con problemas. Pero ese es solo un ejemplo. Todo esto da pie a conocer realidades que de otra forma, en el mundo de la empresa, no conocería».

-En diez años, ¿qué ha cambiado en Esfuerza?

-Cuando planteamos la idea la veíamos como un mero programa de actividad física adaptada para personas que tuvieran algún tipo de diversidad o discapacidad, lo que no pensábamos es que fuese un proyecto de sociabilización tan interesante. Empezamos con unas 70 plazas, ahora tenemos cerca de 400. Hay casos en los que esta es la única opción que tienen muchas personas para salir de casa y poder hacer una actividad diferente. Nos hemos encontrado con que bastantes han encontrado el objetivo de venir a este programa. Hay gente joven que sufre un accidente de coche y, de repente, se ve en una silla de ruedas o gente con esclerosis. Vienen aquí y, poco a poco, van evolucionando porque conocen gente a la que les ha ocurrido lo mismo. Acaban encontrando un objetivo.

-Habrá muchas historias duras.

-Podríamos contar muchas, pero da satisfacción ver cómo has logrado ayudar de algún modo. Recuerdo una señora cuyo marido no podía caminar y no tenía estímulos para hacer nada. Vino y le cambió la vida. Ella decía ‘pero mi marido nunca fue un hombre de hacer actividades en el mar. Y ahí está’.

-Tienen otro programa, Hogar de Corazones, que también va en esa línea. ¿Cómo nació?

-Empezamos en el 2015. El hospital materno infantil Teresa Herrera de A Coruña es un centro de referencia para enfermedades cardiológicas, también para niños. Observamos que había un índice muy alto de personas que venían de fuera de la ciudad para operarse. Incluso madres gestantes, porque hay veces en las que aparece una enfermedad en el feto. Hay familias que no tienen recursos o tienen que dejar de trabajar para poder desplazarse. Hay que ponerse en su lugar. A veces tienen un hijo o dos, hay uno que tiene que quedarse en casa, otro ha de venir aquí... Hablamos con el hospital y pensamos qué podíamos hacer. Desde que empezó hemos alojado a 150 familias. Los estamos acogiendo en el apartahotel que tenemos en el Portazgo.

-Están haciendo obra en la unidad de oncología pediátrica.

-Estamos terminando la obra en un total de 5 habitaciones. Tienen una zona para los padres, una sala para que puedan estar, otra para rehabilitación, a la que también pueden acceder otros niños... También trabajamos en concienciar sobre la importancia de los trasplantes.

«Cuando los perros entraron en el hospital para ayudar a niños fue emocionante»

En el despacho de Felipa hay un cuadro de Tino Grandío. Es el retrato de un perro. No podía ser de otro modo. Adora a esos animales. Tiene dos. Uno es un perro de terapia que trabaja en la fundación. El otro es adoptado. Al elegir un proyecto de entre la multidisciplinar oferta que ofrece la fundación, su cara se ilumina y no lo duda: «Terapia con perros. Estaba tan emocionada el día que lo presentamos. Haber logrado que entraran en el hospital de A Coruña para ayudar a los niños resulta algo tan emocionante. ¡Creo tanto en los beneficios que dan los perros!».

-Fue un proyecto que costó, pero ahí está dando resultados

-Ahora están ayudando a los niños que esperan en la sala de rehabilitación para que durante los quince o veinte minutos que tienen que aguardar ahí estén más tranquilos. No solo ellos. También sus padres.

-Ustedes hacen muchas cosas, pero imagínese que le dan una varita y le dicen que, con un toque, puede lograr algo. ¿qué haría?

-Me gustaría lograr la inclusión en el sector educativo. Los niños son la sociedad del mañana. Ojalá que la educación fuera totalmente inclusiva.