«A veces pido adelantos al banco para comprar carne para el niño»

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Capotillo

Tres de cada diez gallegos llegan con «cierta dificultad» a fin de mes, según el INE

26 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Galicia es, junto con Asturias, Aragón y Castilla-León, una de las cuatro comunidades españolas en las que menos personas llegan con «mucha dificultad» a fin de mes. Solo lo hacen un 5,9 %, un porcentaje que en Canarias llega al 36 % y en Andalucía o Valencia supera el 25 %. Pero al mismo tiempo, las familias gallegas son las que han de hacer más cuentas para que sus salarios les permitan salvar los números rojos a medida que se acerca fin de mes. Porque, como dice la última encuesta de condiciones de vida de las familias publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística y correspondiente al 2016, un 33,2 % de los gallegos llegan «con cierta dificultad al día 30 o el 31», un 3 % más que un año antes. Organizaciones solidarias como Amigos de Galicia o Cáritas observan, además, que cada vez son más los trabajadores que solicitan su ayuda para poder acabar el mes. Con todo, el porcentaje de población con riesgo de pobreza -personas que no alcanzan el 60 % de ingresos medios- en Galicia está, tomando como referencia los datos de ingresos del 2015, en el 19 % frente al 22,3 % de media en el conjunto del Estado.

La pontevedresa Isabel Carmuega Nerja pasó de una categoría a otra de la estadística en poco tiempo. Hace años, cuando ella y su marido trabajaban, iban capeando el temporal como cualquier familia de clase media. Su esposo, que no cobra nada desde hace dos años, está aguardando a que le concedan una discapacidad. Sus achaques no le permiten trabajar en el mantenimiento de transformadores como solía hacer. Hasta el pasado enero, ella trabajaba en el sector de la limpieza, pero se quedó en el paro. Cobra 375 euros al mes porque los únicos trabajos que logró en los últimos cinco años eran por pocas horas. De eso han de tirar los cuatro miembros de la familia. «Con 375 euros resulta imposible llegar a fin de mes. Somos mi marido, un niño de 7 años, más otro de 24 que empezó a trabajar hace dos días», cuenta ella, que ha cumplido los 47 años.

Le gustaría encontrar un trabajo. Tiene referencias en el servicio de limpieza, como camarera de piso, en el cuidado de personas mayores o también como ayudante de cocina. Quería regresar al mercado laboral para formar parte de, al menos, ese 33 % de gallegos que llegan con cierta dificultad a fin de mes. Aún mejor sería estar entre el más del 40 % que no tienen problema con el dinero. Pero, de momento, tiene que recurrir a la solidaridad de la Fundación Amigos de Galicia.

Y cómo hace para vivir con 375 euros al mes. «La Fundación me ayuda con la comida e incluso colaboró para que comprara unas gafas. Vivimos en una vivienda protegida de la Xunta en la que pagamos una renta de 117 euros, más otros 74 de comunidad. A veces tengo que pedir un adelanto al banco para comprar carne porque el niño tiene que comer de todo. La verdad es que con ellos no he tenido problema», dice.

Fuentes de la Fundación Amigos de Galicia ayudan a cada vez más personas en un estado parecido. El problema, dicen también, es que «hay muchos trabajadores que cobran entre 800 y 1.000 euros al mes, un sueldo que tiene que mantener a una familia entera. Por no hablar de los que solo cobran 500 o 600 porque tienen empleos a media jornada que en realidad les ocupan el día entero». Esas familias son las que Cáritas llama «trabajadores pobres». Desde hace unos cuatro años, dicen fuentes de la entidad en Galicia, detectan cómo esas familias trabajadoras con salarios bajos también se acercan a Cáritas para pedir algún tipo de ayuda. Lo hacen a medida que avanza el mes. Esto que ocurre en Galicia no parece muy diferente en el resto del Estado, donde el 22,3 % de las personas están en riesgo de pobreza.