En el limbo 90 familias gallegas por el cese de adopciones en Etiopía

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Mónica P. Vilar / Daniel Portela

Hay solicitantes de la comunidad que ya tienen asignado a un menor e incluso que están ahora en el país etíope con el pequeño

26 abr 2017 . Actualizado a las 16:39 h.

Nuevo varapalo para el proceso de adopción en Etiopía que iniciaron decenas de familias gallegas. Si hace unos meses las dificultades económicas de una de las entidades que gestiona los acogimientos en la comunidad, Addis Galicia, dejaba casi sin esperanzas a 49 adoptantes, ahora esta situación se ha extendido a todos los acogimientos en el país africano, tras el anuncio de este Estado de suspender todas las adopciones internacionales.

Desde Política Social explican que en la comunidad gallega hay unas noventa familias afectadas, entre las que se incluyen las 49 que ya tenían prácticamente paralizado el proceso. Pero también otras 40 que habían gestionado su proceso a través de otra entidad -hay tres en Galicia- e incluso adoptantes que ya tenían menor asignado. En Piao, una de estas tres organizaciones, explican que no les han informado de las causas por las que el Ministerio de Etiopía de Mujeres y Niños (MOWA) ha suspendido la tramitación con efecto inmediato, ni de si será temporal o se convertirá en definitiva. En su caso hay unas veinte familias afectadas e incluso algunas con menor asignado ya.

Desde Addis Galicia, la entidad que paralizó las adopciones por problemas económicos, sí mantuvieron los procesos en los que ya había niños asignados. En este caso la asociación informó a las familias de que hay dos que están en Etiopía, ya con la intención de finalizar el proceso de acogimiento. En ambos casos celebraron el juicio el día 20 y el 21 obtuvieron la sentencia de adopción, por lo que desde el 22 de abril están con los menores en el país etíope. Addis Galicia afirma que las informaciones son muy contradictorias, porque mientras el Ministerio etíope aseguró que no emitiría ningún documento más, las dos familias recibieron la carta posterior a la sentencia para seguir con sus gestiones.

Otros adoptantes gallegos están a la espera de desplazarse al país. Mientras, la Embajada española trabaja para desbloquear los casos de las familias que ya tienen una sentencia favorable y confían en que haya una solución inminente. La Xunta ofrecerá a todas las familias afectadas la posibilidad de iniciar el proceso de adopción en otro país, y asegura que Etiopía no retomará los procesos adoptivos hasta resolver las irregularidades detectadas. Por su parte, Sanidad, el ministerio competente, no informa de nada.

«Tuvimos mala suerte, pero lo que peor nos sienta es la falta de tacto»

Ana González y Antonio, su marido, son una de las parejas afectadas por la paralización de las adopciones en Etiopía de la entidad Addis Galicia en febrero. Que ahora el país etíope haya decidido unilateralmente suspender todos los procesos en todos los países y sea cual sea la fase de la adopción es, para Ana, «la solución a la papeleta que tenía la Xunta y la ECAI -la entidad tramitadora-, porque ya pueden achacar al país que se haya cerrado y que no pueden realizar ningún trabajo diplomático más», explica.

Tanto ellos como otras familias mantienen su decisión de denunciar a la Xunta y a la ECAI porque sus problemas son anteriores a la decisión del ministerio de Etiopía. ¿Y si las familias hubiesen aportado los miles de euros que en febrero la entidad tramitadora exigió a los adoptantes para seguir con el proceso? Pues Ana cree que se hubiesen quedado sin el dinero unas semanas después de haberlo aportado.

La denuncia, la única opción

Ana González no tiene ninguna noticia de la Xunta desde que les anunció que se cerraba la ECAI, pese a que esta sigue trabajando con las familias que ya tenían a un menor asignado. Para esta ourensana la única opción que queda es la denuncia, porque «no hay ninguna disposición a sentarse con las familias», sobre todo con las 49 de Etiopía afectadas por los problemas de Addis Galicia, ya que los adoptantes en Burundi sí han tenido más noticias.

De hecho, una de las principales críticas de las familias es que se sienten abandonadas por la Administración. «Nos sentimos completamente abandonadas -afirma Ana- porque tuvimos mala suerte, pero lo que peor nos sienta es la falta de tacto. Son técnicos que se supone que deberían ser expertos en asuntos de familia y sociales, y tienen tan poco tacto que no se entiende que esta gente trabaje con familias», lamenta.