¿Estamos en el huso horario adecuado?

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

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El Consello da Cultura Galega publica un libro digital en el que se debate sobre la idoneidad de la hora oficial y se niega que Franco la eligiese para agradar a Hitler

23 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque el cambio en los relojes que se producirá en la madrugada del próximo domingo nada tiene que ver con el huso horario, cada modificación vuelve a poner encima de la mesa el mismo debate. ¿Estamos en el huso horario correcto? ¿Debería España adelantar una hora y situarse así en la línea de Reino Unido y Portugal? Las posibles respuestas a estas preguntas se recogen en el libro digital ¿Es nuestro huso horario un problema?, que presentó el Consello da Cultura Galega. Coordinado por el catedrático de Física, Jorge Mira, recoge las conclusiones de unas jornadas que se celebraron en el 2016, y que no arrojan una respuesta unánime. 

Actualmente hay tres posturas en España en relación al huso horario. Por un lado los partidarios de que no se modifique la situación actual; por otro los que opinan que España debe asumir la hora de Reino Unido y Portugal; y una tercera línea que acaban de solicitar los parlamentos valenciano y balear para acercarse a los países de Centroeuropa, lo que supondría alejarse dos horas del horario luso.

En el libro se dan argumentos para defender fundamentalmente alguna de las dos primeras opciones, y se desmiente algún mito. Por ejemplo, que España tenga la hora oficial actual -que no ha cambiado desde 1940, aunque sí la variación estacional- por un acto de pleitesía de Franco hacia Hitler al asumir la hora germana. Jorge Mira, autor de una de las ponencias, asegura que es un bulo. De hecho, afirma que si de alguna manera puede definirse nuestro horario es de «gaullista y europeo», en relación a De Gaulle y a su intento de impulsar un huso horario común, que asumió España. Antes, el país había sufrido una decena de cambios de hora tanto a cargo del bando republicano como del nacional, por lo que el horario de Berlín fue tan republicano como franquista. 

Mira, que defiende mantener el sistema actual, niega también que en España anochezca muy tarde en verano, un argumento que se ha usado para criticar el horario actual. Y pone ejemplos, el 1 de julio el sol se pone más tarde en París, Bruselas y Ámsterdam que en Madrid.

Pero no todos los expertos que participaron en estas ponencias están de acuerdo con Mira. José María Fernández-Crehuet, de la Universidad Politécnica de Madrid, afirma que un cambio en el huso horario serviría de palanca para poner en marcha otras medidas que ayuden a conciliar la vida laboral y familiar. Además, facilitaría las exportaciones al adaptar las jornadas laborales españolas a las del resto de Europa.

José María Martín Olalla, de la Universidad de Sevilla, rebate en su análisis esta postura. Y lo hace con énfasis. «Dejen el huso en paz», reitera innumerables veces. Porque ningún país cambia la hora oficial en tiempos de paz y porque, asegura, el Gobierno puede fijar la hora que quiera, que los hábitos horarios los fijan las personas. «Mejorar la conciliación no requiere alterar el huso, solo requiere mejorar la conciliación», asegura. El debate está servido.