En los almacenes Torrón Cela, una mercería especializada en ropa interior de calidad, siguen la filosofía de cuando se pusieron en marcha hace 60 años
26 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Ni black friday, ni ocho cuartos. Los almacenes Torrón Cela de Lugo, ubicados justo detrás del consistorio, son como una gran mercería especializada básicamente en ropa interior de calidad. Abrieron hace 60 años y parece como si el tiempo se hubiera detenido en 1956 cuando se pusieron en marcha. Ni tan siquiera en Google se consigue saber cuál es su actividad y lo único que aporta el buscador, que a diario usan millones de personas en el mundo, es el número de teléfono. Las grandes novedades que implantaron fueron la apertura al mediodía y el pago con tarjetas de crédito. Pero resulta que a sus clientes les importan un bledo las técnicas de márketing que enseñan por el mundo adelante. Lo único que quieren es que Ángel Torrón, el hijo del fundador y Dora, la empleada, les vendan un género que dé resultado.
«En esta casa no necesitamos ni jueves ni viernes negros. Llevamos toda la vida con un público que nos aprecia porque sabe que ofrecemos calidad a precios muy ajustados todos los días», aseguró Ángel Torrón después de recomendar unos calzoncillos Ferrys, fabricados en España a una clienta. El responsable del establecimiento tiene muy presente una máxima que le transmitió su padre cuando a los quince años entró a trabajar en los almacenes: «Ao que che dá de comer, dálle dez veces máis».
El padre de Ángel, Manuel Torrón Cela, conocido en la ciudad de Lugo popularmente como Amaro por el nombre de unos almacenes que funcionaron en el centro, tuvo varios establecimientos y hasta un total de 38 empleados. Su hijo asegura que hay que ser muy honrado con la clientela. La filosofía que aplican es que nadie da duros a cuatro pesetas. «Aquí vienen a pedirnos consejo como si fuésemos médicos. Y lo obtienen. Confían plenamente en lo que les decimos y ese es el mejor márketing. No hay black friday que lo supere», asegura el responsable del local.
«La vida enseña muchas cosas. A ir despacio, sin prisas, siendo profesionales y honrados. Y esa es lo que nuestros que nuestros clientes quieren y les ofrecemos a diario», asegura Ángel Torrón.