El buen tiempo lastra las ventas de ropa y complementos de invierno

Laura García del Valle
Laura G. del Valle REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Lucía Vidal / Senén Rouco

Las tiendas aprovechan lo que les ha quedado del verano para aguantar el tipo

26 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En pleno mes de agosto los escaparates de las tiendas de ropa mudan y sacan a relucir botas, bufandas y abrigos. Cuando los termómetros marcan bastante más de 20 grados pocos entienden quién puede acercarse a comprar un jersey de lana o un chaquetón. Pero las leyes del márketing no atienden a criterios meteorológicos, y así llevan los gallegos más de tres meses: viendo establecimientos que semejan un invierno danés cuando en las calles se sigue luciendo pierna, manga corta y sandalia. Las tiendas de moda no viven al margen de esta situación, y les preocupa que se repita el mismo efecto del verano, pero a la inversa. «Nosotros estamos en una línea bastante buena pero con el antecedente de la primavera tan lluviosa de la temporada pasada que afectó muchísimo a la venta de la ropa de temporada, hay que tener ojo», aseguran desde la tienda de moda para hombres y mujeres Seven, en Pontevedra.

«Nos afecta el buen tiempo que está haciendo, se está vendiendo, pero está claro que no tanto como se debería», reconoce una empleada de la boutique Dándara, de Lugo. Y añade: «Ayuda que hay gente que aunque no se pueda poner la ropa de temporada ahora sigue comprando y se lo guarda para cuando haga frío porque le llama la atención lo que ve y tiene ganas de estrenar cosas nuevas». Para una de las trabajadora de Urban Street Market, tienda multimarca situada en A Coruña, la solución para paliar la caída de las ventas de prendas de invierno es «contar con mucha mercancía diferente: nosotros tenemos jerséis gordos que nos cuesta vender con este clima, pero lo compensamos teniendo otros finitos que la gente sí compra».

Aunque el período de rebajas hace semanas que terminó, son varios los establecimientos que optan por continuar vendiendo prendas de esta época, dado que la gente las sigue demandando. «Aunque también hay gente que viene y ya se lleva un plumas», comenta la dependienta de N de Nube, ubicada en Ourense, que se ha sumado a la tendencia de dejar a la venta prendas propias de la pasada estación. 

Menos consumo tras el puente

A los que, al parecer, menos les perjudica la situación meteorológica es a los establecimientos que venden ropa para los más pequeños. Llega septiembre y los padres se lanzan a renovar cuadernos, uniformes, libros de texto y también la ropa de temporada. Así lo perciben en Orchestra, una tienda de moda infantil de Pontevedra. «Los padres prefieren comprarlo todo junto y guardarlo, además son más previsores con sus hijos y, aunque siga haciendo buen tiempo, nos compran botas igual». Pero, como reconocen, ahora la venta está más floja no por el sol y el calor que están experimentando los gallegos, sino «porque después del puente del 12 de octubre siempre suele estar todo más flojo».

Las cuencas hidrográficas gallegas están al 50 % de su capacidad

Llueve dos días y hace sol una semana. Esta parece estar siendo la tónica habitual del mes de octubre -que se mantendrá los primeros días de noviembre-, a lo que hay que sumar las altas temperaturas. Esta situación meteorológica insólita afecta directamente a las cuencas hidrográficas de Galicia, que se encuentran a la mitad de su capacidad. Así, la cuenca Miño-Sil y Galicia Costa tienen, respectivamente el 51,8 % y el 55 % de sus reservas. Por embalses, es el de Vilagarcía el que tiene sus reservas más bajas, manteniéndose con un 17 % de su capacidad. Pese a esta situación, y a la pérdida considerable de metros cúbicos de varias presas, la Consellería de Medio Ambiente no ha advertido de ninguna situación de alerta ni de prealerta por sequía.