Steve Seidel: «Me preguntan por qué uso el arte en el aula, y yo contesto ¿por qué no?»

Steve Seidel se considera un investigador, como el resto de los profesores -«investigan lo que ocurre a sus alumnos y a su alrededor»- y él lo hace dirigiendo el programa de Arte de la escuela de Magisterio de Harvard. Antes de formar a profesores, Seidel fue docente de instituto durante 18 años y ahí se dio cuenta de que a los alumnos no se les enseña bien. Hoy va explicarles a los docentes del programa Talento 3.0 de la Fundación Barrié cómo pueden aplicar sus ideas en clase.

-¿Cómo explica a sus alumnos [profesores] qué hay que enseñar?

-No lo hago. Al contrario, me fascina escucharles, porque ellos [los profesores] saben mejor que nadie lo que ocurre en su clase, y me gusta que me expliquen qué es importante para ellos, para sus alumnos y para las familias. E intentamos conseguirlo.

-Propone que los alumnos hagan una creación (una investigación o un dibujo, por ejemplo) y eso es algo habitual. Pero lo que no es habitual es cómo la analiza.

-Me gusta mucho observar el trabajo de un alumno, porque me dice muchas cosas de él, de lo que le interesa, de lo que aprendió y de su contexto vital. Creo que el profesor tiene que tomarse su tiempo para hablar con el alumno sobre el trabajo, preguntarle, porque al preguntarle el niño reflexiona sobre lo que acaba de hacer, sobre su propio proceso al conocimiento. Además, se da cuenta de que le valoras, que lo tomas en serio. Lo que propongo es que cuando un alumno presente un trabajo lo describa, lo explique y toda la clase lo comente. Es muy interesante porque cambia la forma de entender esa obra, modificas tus ideas porque aprendes, ya que el aprendizaje supone siempre un cambio.

-¿Por ejemplo?

-Un alumno le mostró un dibujo a su profesor y este pensó que era un perro volando. Pero no, era un dragón, pero lo pintó pequeño porque intentaba darle la perspectiva de lejanía. El niño estaba investigando con los tamaños y las perspectivas.

-¿Por qué le parece importante la creación artística en el aula?

-Cuando me preguntan eso, digo lo mismo que mi colega David Perkins [doctor en Matemáticas e Inteligencia Artificial por el MIT], ¿por qué no? El arte es una herramienta que está muy a mano para que un niño entienda y piense su entorno, y desarrolle sus ideas. El arte activa tu vida interior, pero también tus relaciones con los otros.Conecta tus emociones con las de otras personas de una forma profunda, y es algo que los niños tienen muy despierto, a no ser que alguien lo reprima. El proceso de creación artística supone investigar el mundo de otra manera más allá del método científico: interpretando, componiendo, actuando, reflexionando? Es más que obtener un conocimiento; por ejemplo, aunque conozcas las fechas de la Primera Guerra Mundial no significa que entiendas la Primera Guerra Mundial, ¿no? Por eso tienen que crear algo, porque el entendimiento tiene que ser observable [Filosofía del grupo Project Zero de Harvard al que pertenece Seidel igual que Perkins; su objetivo es diseñar investigaciones sobre la naturaleza del conocimiento y el aprendizaje].

-En esta enseñanza, ¿cómo consigue colaboración del alumno?

-Los niños necesitan ver que te tomas su trabajo en serio, es lo más importante. Eso les abre a la conversación, porque les encanta comprometerse y les hace sentirse muy orgullosos. Pocas veces se les pide opinión de forma honesta y pocas veces esa opinión se tiene en cuenta. Eso, claro, requiere tiempo para hablar con ellos.

-Habla de tiempo. ¿Qué ratio de alumnos/profesor sería ideal para poder estar con cada alumno?

-Es una pregunta difícil, porque hay muchas variables. He visto a profesores con 35 alumnos que eran capaces de hacerlo y otros con 18, no. En Estados Unidos muchos profesores están mediatizados por los exámenes, que predeterminan todo lo demás y no dan los beneficios que prometieron.

-Entiendo que usted está en contra de las pruebas tipo PISA?

-Bueno, no estoy muy seguro de que hayan creado cambios. Sí de forma puntual, pero nos decían que esas pruebas iban a mejorar los niveles más bajos, ya que se detectarían qué escuelas iban peor, pero no parece que lo hayan conseguido.

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