El joven guineano regresa al Chuac al confirmarse que padece malaria

jorge bravo VIGO / LA VOZ

SOCIEDAD

La segunda muestra también dio negativo en ébola. El Sergas desactivó el protocolo y le trata de la enfermedad tropical, que no requiere de aislamiento

30 oct 2015 . Actualizado a las 08:04 h.

Final feliz para Ousmane Barry y la sanidad gallega. El Sergas desactivó ayer el protocolo de seguridad para casos de ébola después de que el segundo análisis practicado al joven guineano diese negativo en dicha enfermedad. El afectado, que ingresó en A Coruña y fue trasladado al hospital Meixoeiro de Vigo, dio positivo en malaria y se le está tratando para dicha afección.

El Sergas inició ayer por la tarde su traslado al Chuac de A Coruña. El jefe de servicio de medicina preventiva, Víctor del Campo, confirmó que los análisis sí habían dado positivo para la malaria. Se le habría suministrado un tratamiento específico para la misma desde el martes por la noche. El doctor del Campo confirmó que el enfermo estaba estable y que ya no tenía fiebre. La dolencia tropical no requiere de aislamiento y por lo tanto no es necesario prolongar la estancia del paciente en el centro de referencia gallego.

El servicio médico le extrajo una muestra al paciente el jueves de madrugada. La intención era que la misma estuviese a primera hora del día de ayer en Madrid para obtener los resultados a la mayor brevedad posible. La decisión de no cancelar el protocolo de seguridad por ébola hasta recibir el segundo aviso se debe a que ambas enfermedades pueden ser compatibles en el cuerpo humano, según confirmó Víctor del Campo. Por este motivo se esperó hasta la obtención del segundo resultado para trasladarlo a planta. El equipo médico desconocía si quedaría en alguno de los hospitales vigueses o si volvería a A Coruña, recordando que eso formaba parte de una decisión administrativa.

Xurxo Hervada, subdirector xeral de saúde pública, calificó este caso como un «test de estrés» para la sanidad gallega. A su entender, el sistema funcionó correctamente. «O protocolo está ben enfocado e o sistema sanitario foi capaz de seguilo», arguyó Hervada. Considera que esta eventualidad se superó con nota y que el historial clínico del paciente ayudó a los facultativos a trabajar con más tranquilidad.

Los sindicatos habían denunciado que se tardó más de lo previsto durante el traslado debido a problemas con el equipamiento de la unida de aislamiento del hospital Meixoeiro. Esta idea fue completamente desechada por el doctor del Campo, que explicó que la demora fue la normal para un caso de estas características. Tras recibir la notificación de que se trasladaría al paciente, la unidad estuvo lista antes de que llegara. Además, recordó que este traslado se demoró por las condiciones de seguridad específicas que exige el protocolo.

Equipo médico

En el tratamiento del paciente trabajaron cerca de 12 personas. De los mismos aprovechó Víctor del Campo para destacar el «buen hacer», tanto de los sanitarios como enfermeros, personal de apoyo o trabajadores de la limpieza.

El paciente guineano estuvo visible en todo momento para el equipo médico y pudieron mantener contacto verbal a través de un comunicador. El enfermo habría solicitado papel y bolígrafo con el fin de entretenerse durante su espera.

Los sanitarios descartan un hipotético contagio en su viaje a Galicia

El equipo médico descarta por completo que Ousmane Barry pudiese contagiar a otras personas durante su viaje por Portugal y Galicia. Los medios lusos reflejaron en sus páginas el caso. Xurxo Hervada, subdirector xeral de saúde pública, envió un mensaje de tranquilidad respecto a un hipotético contagio. Del mismo modo, aseguró desconocer si los gobiernos de ambos países habían mantenido contactos durante la crisis sanitaria.

Ousmane Barry, vecino de A Coruña, llegó el domingo a Lisboa. Después de cinco meses de estancia en su país natal regresó a su domicilio en Galicia. Tras aterrizar en Portugal, tomó un autobús hasta la estación de Vigo, donde cogió otro que lo llevó hasta A Coruña.

El joven había regresado a su país natal para visitar a su familia, a la que añoraba. Aunque sus allegados le recomendaron que no emprendiese el viaje, lo hizo tras vacunarse tal y como exige el protocolo. Hace quince días, Ousmane se puso en contacto con sus conocidos para decirles que había sido padre y que tenía ganas de volver a Galicia para conocer a sus dos mellizos. Así fue como cogió un avión con destino a Lisboa. Desde allí cogería un autobús para viajar a Vigo y del mismo modo hasta A Coruña.

El paciente llegó a primera hora de la mañana en una ambulancia al Meixoeiro. Fue conducido en una camilla sellada hasta la unidad de aislamiento, donde estuvo permanentemente atendido por el personal sanitario.