Cada vez son más. Si lo que le gusta es evitar la piscina, la playa o el cámping, su paraíso es la sombra, la tele y el frigorífico.
01 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La crema solar solo la han visto en anuncios. Muchos han llegado a este estado de apatía tras un largo proceso. La sucesión de temporadas haciendo kilómetros en coche o colas en el peaje ha derivado en aversión a las playas. Sofá y tele son dos elementos imprescindibles en su día a día. Reírse con el mapa de temperaturas y ver a media España sufrir cotas superiores a 35 grados mientras uno disfruta bajo el aire acondicionado, no tiene precio. Y que caiga la baba cuando sesteas al tiempo que la hiena le roba la tallada al león, tampoco.
Tele, pinchitos y relax
Documentales y bicis «a fartar»
Fundamental una buena televisión, con muchos canales. Y hacer acopio de comida para picar mientras se traga el Tour y anodinos torneos deportivos que invaden las parrillas veraniegas. Y que no falte la sobredosis de documentales con bichos variopintos a los que ignorar en la siesta.
El despertador al cajón, y el gallo, mejor en la olla
Despertar cuando pete, lo mejor del verano
No permita que nadie te robe el placer de dormir hasta las tantas. Con levantarse al mediodía, sobra. Estar de vacaciones y madrugar debería estar sancionado.
La penúltima, cuando refresca
Elegir casa dependerá de si hay o no un bar abajo
Fue una de las condiciones para elegir esa preciosa vivienda. La rentabilidad se le saca especialmente en esta época. Cuando refresca, se baja a tomar la penúltima. ¿Para qué quieren ese calor pegajoso los amantes del sol? Así, la vuelta a casa es mucho más llevadera. Y siempre uniformado con bañador o bermudas y clásica camiseta blanca de tiras, en el domicilio o en la calle. Es indiferente que se vaya o no a la playa, pues lo importante es aparentar que uno está en pleno verano, mimetizado con el ambiente, aunque luzca una piel más blanca que la leche.
Combatir la garganta seca
Del sofá al frigorífico
Poco ejercicio. Lo básico: del sofá a la nevera y vuelta, salvo la visita obligada al excusado. Lo último es tener una portátil a los pies hasta los topes de cerveza para no tener que levantarse más. Llénela bien, pues la programación estival es bien larga. El sofá tendrá que estar homologado para pasar sin problemas una temporada como esta. Uno bueno permite mejores ronquidos, según un estudio. Al inicio del verano es el momento de convencer a la pareja de que hay que cambiarlo por uno más cómodo. Hágalo con discreción y parecerá que le interesa la decoración del hogar. Si no funciona siempre podrá extender como último recurso una colchoneta de gimnasio.