La genética prueba el vínculo entre genialidad y locura

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Un estudio entre 150.000 pacientes revela que las personas creativas son más propensas a sufrir enfermedades mentales

10 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La locura está estrechamente emparentada con la genialidad. Pintores como Van Gogh o Edward Munch; escritores como Mark Twain; Robert Louis Stevenson; Herman Hess o Virginia Wolf, o bailarines como Nijinski, entre otros muchos artistas, tenían en común algo más que su excelsa creatividad: todos sufrían algún tipo de trastorno mental. Es una extraña y supuesta relación que ya empezó a plantear en el siglo XIX el médico y antropólogo italiano Cesare Lambruso en su obra Genio y locura. Estaba convencido que el genio artístico era «una forma de desequilibrio mental hereditario», algo en lo que ahondaron mucho después numerosos especialistas de toda índole, aunque sin aportar pruebas científicas irrefutables.

El vínculo parecía existir, pero es ahora cuando un análisis en el que se han analizado los datos genéticos de más de 150.000 personas ha encontrado la prueba que faltaba. El estudio, publicado en Nature Neuroscience, revela que enfermedades mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar comparten una relación genética con la creatividad.

Los investigadores, liderados por científicos de deCODE Genetics, una empresa islandesa especializada en el estudio del genoma, y del Instituto de Psiquiatría del Kings College de Londres, examinaron en un primer momento los perfiles de ADN de 86.000 islandeses y encontraron que los que trabajaban en una profesión artística o pertenecían a una sociedad de actores, bailarines, músicos, artistas visuales o escritores eran un 17 % más propensos a portar variantes genéticas relacionadas con el trastorno bipolar o la esquizofrenia que cualquier otra persona.

El trabajo se replicó posteriormente con los datos obtenidos de individuos de los Países Bajos y Suecia. En este caso, los denominados creativos tenían un riesgo un 25 % mayor de sufrir alguno de los dos trastornos mentales.

Estudios anteriores habían demostrado que las patologías psiquiátricas, en particular el trastorno bipolar, tienden a darse más en familias donde abundan las profesiones creativas. Pero hasta ahora no se había podido determinar si esta relación se debía a factores medioambientales o al nivel socieconómico de los potencialmente afectados.

Pensar de manera diferente

«Nuestros hallazgos sugieren que las personas creativas pueden tener una predisposición genética a pensar de manera diferente que, si se combina con otros factores biológicos o ambientales dañinos, pueden concluir a la enfermedad mental», explica Robert A. Power, uno de los autores de un estudio que, sin embargo, ha sido recibido con cierto escepticismo. Porque la cuestión que está en tela de juicio es, ¿qué se entiende por creatividad? o ¿cómo podemos definir que una persona es creativa u otra no? En realidad, genios como tales hay muy pocos y un artista no siempre está tocado por la varita de la inspiración. Pero, al margen de polémicas, alguna relación entre genio y locura sí debe existir. Ya lo aventuró el filósofo romano Séneca el joven hace 2.000 años: «No hay un gran genio sin un cierto toque de locura».