El Gobierno de Malí confirmó ayer que tiene registrados un total de cinco casos de ébola en el país. La situación llevó a las autoridades del país a decretar la máxima alerta, y durante el fin de semana han sido identificadas más de 550 personas que podrían haber tenido contacto con las dos personas que hasta ahora han muerto a causa del virus.
A finales de octubre falleció en la Clínica Pasteur de la capital, utilizada por exiliados y la élite del país, un imán de Guinea sin que se le hicieran pruebas diagnósticas sobre el ébola, y después falleció una de las enfermeras que lo trató.
El doctor Samba Sow, que encabeza el equipo de respuesta ante el ébola en Mali, espera que a finales de esta semana «hayan sido identificadas más de mil personas». «La clave para contener el ébola es localizar a todos los contactos y asegurarse de que están aislados y monitorizados», manifestó.