Cuando el avión da pánico

SOCIEDAD

Los últimos siniestros aéreos con cientos de víctimas solo agravan el temor de las personas con pánico a volar. Pese a considerarse un medio seguro, más si se compara con la carretera, sigue habiendo muchas personas que padecen de aerofobia y algunos recurren a ayuda psicológica para superarlas

03 ago 2014 . Actualizado a las 18:39 h.

Los recientes siniestros aéreos de Malaysia Airlines -con un avión desaparecido y otro derribado por un misil-, junto con el accidente de un avión de Swiftair en Mali suponen una reafirmación para quienes sufren miedo a volar. La repercusión mediática de este tipo de sucesos hacen que aumente la preocupación para quien parece aerofobia, que es como se denomina esta patología, que en la pequeña pantalla tuvo a su máximo exponente al M. A. Baracus, del Equipo A. Inmersos en el mes con mayor tránsito de viajeros, es una cuestión que puede llegar a condicionar la elección de destino.

Sobre las posibles causas que desencadenan la aerofobia, Juan Carlos Díaz del Valle, medico especialista en Psiquiatría en Chuac, explica que «o trastorno fóbico provoca un medo irracional a voar. Aínda que da fobia específica a voar hai poucos datos, soe xerarse porque hai un estímulo -como cando hai un accidente de avión no que morren moitas persoas- ou se teñen problemas previos como unha certa inhibición conductual, que fai que custe traballo tomar decisións. Tamén inflúe que os pais da persoa teñan un trastorno fóbico, porque existe certo compoñente xenético; ou que haxa un compoñente ambiental. As persoas que na súa infancia foron obxecto de malos tratos ou abusos sexuais son máis susceptibles de padecer este trastorno», También destaca que la importancia de este tipo de problema está relacionada con la necesidad de tener que recurrir a un avión a la hora de desplazarse. «Evidentemente non é o mesmo que teñan este trastorno persoas que non teñen a obriga a voar que quen si a ten. Lémbrome do caso do futbolista holandés Dennis Bergkamp, que cando ía co seu equipo a xogar con Inglaterra tiña que viaxar en barco e despois por estrada e tiña que marchar sempre un día antes», comenta Díaz del Valle y puntualiza que para este tipo de pacientes existe un tratamiento mixto, por una parte farmacológico, con inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, que ayudan a bajar la ansiedad y la angustia; y, por otro, con un abordaje clínico con técnicas cognitivo-conductuales, con las que el paciente va perdiendo progresivamente sus miedos a volar.

Pese a que las fobias, de todo tipo, no afectan a más de un 5 % de la población, las compañías aéreas se han sensibilizado con este problema y han diseñado, en colaboración con distintas empresas, cursos que ayudan a vencer el rechazo a subirse a un avión.

En su mayoría ofrecen información sobre los medios de seguridad aérea, la formación de la tripulación e incluso explicaciones sobre las leyes físicas para que se entienda cómo avanza el avión en el aire, partiendo de la base de la que la inseguridad de los pasajeros proviene del desconocimiento. Además, aportan apoyo psicológico para que sean capaces de enfrentarse a sus temores y posibilitan simulaciones para que los futuros viajeros puedan aclimatarse en un entorno seguro a la experiencia de volar.

«A fobia o que provoca é un medo extremo e a única maneira de superalo é enfrontarse a el, pero de forma progresiva, porque se o fas dun xeito brusco desencadea toda unha sintomatoloxía de ansiedade e incluso pánico, e medo a morrer, que pode provocar un sufrimento importante nas persoas», explica el psiquiatra del Chuac, que considera que en este tipo de cursos se obtienen buenos resultados. En el caso de los cursos que promueve Iberia, se subraya, por ejemplo, que «el curso tiene más de un 98% de efectividad y ha ayudado a más de 5.000 personas a superar su miedo a lo largo de los 20 años que lleva en marcha».

Teniendo en cuenta que el año pasado se produjeron en España un total de 187.361.347 desplazamientos en avión, 3.591.612 en Galicia (según el balance realizado por Aena), también Internet se ha volcado con este colectivo. Así, en la Red proliferan los cursos online para quien quiera aproximarse a estas técnicas o lograr información para vencer el miedo a volar. Juan Carlos Díaz del Valle explica que quien no tenga opción para acudir a los cursos de las empresas especializadas, también puede intentar abordar su patología con un psicólogo desde una óptica cognitivo-conductual, con una exposición gradual al estímulo fóbico, que va desde acercarse al aeropuerto para ver la instalación de cerca, hasta la realización de viajes cortos previos a que se pueda afrontar cualquier tipo de desplazamiento.

«En España morren moitas máis persoas en accidentes de coche que de avión, pero algúns van máis seguros en coche, ao ter medo a voar, aínda que a lista de mortos sexa maior», explica el psiquiatra del Hospital A Coruña.

En este sentido, las estadísticas sí lo demuestran. Eso es lo que se desprende de los datos de la Aviation Safety Network (ASN), que señaló el 2013 como el año más seguro para la aviación comercial, en España se produjeron un total de 86 accidentes con víctimas mortales desde 1945, en los que se contabilizaron 2.565 pasajeros fallecidos. Solo el año pasado, y según datos de la DGT, en las carreteras españolas fallecieron 1.130 personas, lo que supuso un récord en cuando a la reducción de siniestros mortales.

¿Por qué a un accidente de avión siempre le sigue otro?

Es un hecho comprobado que muchas veces, cuando sucede una catástrofe aérea, en un breve espacio de tiempo se produce otra, o incluso más de una. Sin ir más lejos, si echamos la vista atrás comprobamos que en el último mes coincidieron dos grandes accidentes de avión: el MH17, derribado por un misil en zona de conflicto de Ucrania el 17 de julio, siete días antes de que se estrellase otro avión en Taiwán, y con ocho días de diferencia de la catástrofe del vuelo proveniente de Burkina Faso, que nunca llegó a su destino y se estrelló con 116 personas a bordo.

No es tan raro. El número total de víctimas en los tres siniestros del pasado mes asciende a más de 450. En unas declaraciones recientes, el director de la Red de Seguridad en Aviación, encargado de catalogar los accidentes aéreos, aseguró que no es tan raro que se produzcan estas seguidillas de siniestros. De hecho, el experto aseguró que un estudio realizado de la frecuencia de accidentes fatales de aviones con capacidad para 14 o más pasajeros ha revelado que, desde 1990, se encontraron 45 fechas muy próximas en las que coincidieron dos o más accidentes. Además, asegura que en 105 casos se produjeron siniestros en días consecutivos.

La influencia del clima. Por su parte Arnold Barnett, profesor de Estadística, asegura que la sucesión de accidentes es pura coincidencia, salvo porque «la tecnicalidad de que las condiciones meteorológicas adversas que involucran tormentas e huracanes son más comunes en unas Aún así, el experto llama la atención sobre la teoría de la distribución de Poisson, que establece que es más probable que haya intervalos cortos entre los accidentes que largos.

Probabilidades . Como media, unos 500 pasajeros mueren en accidentes en vuelos comerciales cada año (una cifra que en el 2014 ya hemos superado). En los países desarrollados, según el experto, la probabilidad de fallecer de este modo es de una en 25 millones por vuelo. «Un niño en un aeropuerto británico tiene más probabilidad de llegar a ser primer ministro, ganar el Nobel de física o una medalla de oro olímpica».