Pepe Solla cocina entre amigos

Nieves D. Amil
Nieves D. Amil PONTEVEDRA / LA VOZ

SOCIEDAD

RAMON LEIRO

Pepe Vieira y el asturiano Marcos Morán, de Casa Gerardo, arropan en los fogones al restaurador en la entrega del premio Chef Millesime

15 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Pepe Solla cambió ayer a su equipo habitual de trabajo por sus amigos Pepe Vieira y Marcos Morán, de Casa Gerardo. Los tres se enfundaron las chaquetillas blancas para adentrarse en la cocina del restaurante Pepe Vieira Camiño da Serpe, en Poio, y preparar el menú que cerraría la entrega del premio Chef Millesime al propio Pepe Solla, único chef gallego que este año lo recibe junto a otros cinco profesionales del resto del país. «Me siento como un espárrago cuando saca la cabeza», bromeó el homenajeado para explicar cómo recibe este reconocimiento, que supone un paso más en su proyección nacional e internacional.

Lo de ayer era para los tres chefs una reunión de amigos en la que solo cambiaban que, en lugar de cocinar para ellos, lo hacían para un centenar de personas. De Asturias llegaba la fabada, como no podía ser de otra manera. «Los gallegos, que sois muy orgullos de vuestros productos, debe ser de las pocas cosas que nos envidiáis a los asturianos», comentó Marcos Morán, después de que Pepe Solla bromease con que él venía a comer fabada y a cocinar «dos tonterías». Esas tonterías eran un canto a los productos del mar con vieira green tallarín y merluza con pimientos y espárragos frescos asados.

Aunque tanto Solla como Vieira esperaban casi cuchara en mano que llegase la fabada, el anfitrión serviría de aperitivo una empanada de maíz y trigo, melón con corteza de cerdo y picante y croquetas con queso azul, como anticipo a un tomate seco con queso de tetilla y mostaza y una tarta de Santiago semilíquida. Antes de que empezase la comida, los tres amigos coincidían en la importancia de la cocina como sector estratégico. «Los cocineros atraemos más turistas a Galicia que los aeropuertos», puntualizó Pepe Solla.

La organización del evento viajó a Pontevedra para entregar el premio a Solla y proyectar así la gastronomía gallega. La directora para España de Millesime, Sandra Roig, explicó durante la entrega que escogieron a Solla por «ser un ejemplo a seguir, valoramos de los cocineros que sepan preservar los productos locales y ayudar a nivel turístico». Aunque las alabanzas calentaban la cocina del restaurante, Pepe Solla quiso dejar claro que los premios que recibe no solo lo hacen más popular, sino que convierten a los clientes en un público más exigente. «Vienen porque tienes premios y podemos defraudarlos», explicó Solla, que se agarra a la palabra trabajo para seguir creciendo como cocinero. Ante el bum mediático, los chefs esperan seguir siendo más conocidos «por los que hacemos que por lo que salimos».