El gran titular del último informe PISA se dio a conocer el martes: los alumnos españoles son peores en la práctica que en la teoría, resuelven problemas sencillos pero no son capaces de afrontar con éxito algunos más complejos. Pero en el estudio hay otras interesantes conclusiones:
Esfuerzo, no inteligencia
PISA detecta que los países con mejores notas en el informe son aquellos en los que los alumnos asumen que con esfuerzo y la ayuda del profesor pueden llegar a dominar las materias. En España está más extendida la creencia de que es la inteligencia innata la que marca la diferencia entre aprender o no.
En soporte digital, peor
Solo por el hecho de plantear un problema en el ordenador, la nota de los españoles cae 4 puntos, y eso que el 90 % dice tener acceso a un ordenador en su casa.
El currículo, fundamental
Los técnicos concluyeron que «el currículo escolar [temario, metodología de enseñanza y criterios de evaluación] y los profesores marcan la diferencia a la hora de desarrollar las habilidades de los estudiantes en la resolución de problemas».
Al revés que los demás
Lo que ocurre en España -peor en la práctica que en la teoría- no es muy común. En Australia, Corea, Estados Unidos o Inglaterra, por ejemplo, los alumnos son mejores con las habilidades cotidianas que en sus currículos, y además se sienten cómodos intentando resolver los problemas.
No importa el dinero familiar
En las pruebas no se detectó diferencias por sexo -en la OCDE, sí- ni por situación familiar. De hecho, los técnicos consideraron que gran parte de la escasa puntuación española se debe precisamente a esto último: los hijos de padres socioeconómicamente acomodados sacan peor nota de la que deberían. En cambio, con los inmigrantes pasa exactamente al revés: mejoran en las habilidades cotidianas frente a la notas que tienen que ver con los conocimientos.