Las preguntas que se hacen estos días los técnicos en este tipo de estructuras son principalmente dos: cómo puede haber ocurrido algo así y qué pasará a partir de ahora.
la presión, posible causa
Seis bares, casi imposible. Los expertos no pueden aventurar una causa para los seísmos, si es que están relacionados con la inyección de gas, como así parece. Los cientos de almacenes subterráneos que hay en todo el mundo apenas dan problemas, como mucho son pequeños detalles, de ahí que no entiendan qué ha ocurrido ahora. Técnicos consultados por este periódico apuntan a un exceso de presión como una posible causa. La empresa aseguraba estos días que se inyectaron 6 bares de presión, cuando un estudio del que disponían les permitía subir hasta 50. Para algún experto, es imposible que solo usasen 6 bares, porque con esa presión no se envía el gas ni a mil metros, mucho menos a los 1.800 donde está ubicado el almacén. Hacia esa misma posible causa apunta el profesor Luis González de Vallejo, catedrático de de Ingeniería Geológica de la Universidad Complutense de Madrid, quien en diferentes medios comentó estos días que tras los seísmos puede haber una presión excesiva o mucha rapidez en el proceso.
incierto futuro
Decisión muy medida. En cuánto a qué hacer, todos apuntan a lo mismo: estudiar a fondo los datos porque, si no hay absoluta seguridad, debe suspenderse la puesta en marcha del almacén, aunque se pierdan 700 o 1.000 millones, que por el momento no se sabe quién asumirá.
los almacenes son imprescindibles
No hay alternativa. Lo que tienen claro los expertos es que el gas exige lugares donde concentrarlo y España, al ser un país que no tiene yacimientos propios, tiene que crear depósitos artificiales. No hay otra solución, aunque se tenga que gastar mucho dinero en buscar espacios seguros. De hecho, hay varios almacenes en España que no dan ningún problema.