Simple casualidad o existe una relación directa entre ambos fenómenos? La coincidencia entre la desintegración en la atmósfera del meteoro de Rusia, ocurrida en la madrugada del viernes, y el paso de un asteroide anoche ha alimentado la especulación sobre su posible vinculación. Y hasta ahora no hay una respuesta clara al enigma. La apreciación generalizada, y así lo ha advertido la Agencia Espacial Europea, apunta a que uno y otro fenómeno no tienen nada que ver. Sus trayectorias son dispares y existe una diferencia horaria importante entre ambos sucesos, lo que equivaldría a medio millón de kilómetros de distancia entre uno y otro. Pero otros científicos tampoco se quieren coger los dedos con afirmaciones tajantes y dejan abierta la puerta a la duda. «Hasta que no se reconstruya la trayectoria y la órbita, el tema queda abierto», explica Josep María Trigo, científico titular del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IECC). Su colega Miquel Roca, al igual que otros, tampoco es contundente. «Lo más probable -dice- es que sea una casualidad, pero no lo sabemos. Y tampoco es del todo descabellado pensar en que exista una relación». La hipótesis, en este caso, apunta a que el asteroide llevará asociado en su órbita a otra roca, que se descolgó y adquirió otra trayectoria.