La ira de Seal acabó con su matrimonio

maría piñeiro REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

24 ene 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

¿Cómo es posible que la pareja perfecta se separe? La top model alemana Heidi Klum y el cantante británico Seal formaban desde hace siete años una familia apasionada y llena de glamur, idílica por su amor desbordante, indudable atractivo y su encanto interracial. Sin embargo, todo se ha venido abajo como un castillo de naipes.

La causa parece ser el carácter de Seal. Según cuenta el portal de Internet TMZ, el artista británico tiene unos prontos muy complicados, unos ataques de ira difíciles de soportar y que ahora, según cita fuentes cercanas a la pareja, también afectaban a los niños. Esa furia, añade la revista on line, ha sido la causa de la ruptura matrimonial, y no la existencia de una tercera persona.

Otro factor que desestabilizó el matrimonio, sigue apuntando TMZ, es que Seal cambió algo últimamente porque empezó a ganar muchísimo dinero y eso le afectó. Es difícil calcular la fortuna de la pareja, aunque se cree -así lo publicó Forbes- que Klum facturó el año pasado unos 15 millones de euros.

Tras el anuncio, vía revista People, la pareja ha emitido el tradicional comunicado de «nos hemos profesado el mayor de los respetos el uno hacia el otro a lo largo de la relación y seguimos queriéndonos mucho, pero nos hemos distanciado», para seguir con el consabido «nuestros niños son nuestra máxima prioridad, especialmente en este tiempo de transición» y finalizar con la no menos obvia «agradecemos las palabras de apoyo y, por el bien de nuestros hijos, agradecemos que se respete nuestra privacidad».

Seal y Heidi se enamoraron cuando ella estaba embarazada de su primera hija -e hija de Flavio Briatore- en el 2003. Para declarar su amor por la modelo, el cantante británico -que tuvo una vida muy dura y complicada- le construyó un iglú en un glaciar y le entregó un anillo con un diamante amarillo de 10 quilates. Actualmente, la pareja tiene -además de la primera hija, Leni- otros tres vástagos: Henry, de seis años; Johan, de cinco, y Lou, de dos.

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