Envejecimiento sin precedentes

alejandro posilio MADRID / LA VOZ

SOCIEDAD

El 22 % de la población tendrá más de 60 años en el 2050, según la ONU

29 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«El envejecimiento de la población no tiene precedentes, está generalizado en todo el mundo, es profundo y persiste». Esto es lo que asegura el informe Población Mundial 2011, elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en su capítulo dedicado a las personas mayores. Y para ratificar esta información ofrece los siguientes datos: la proporción mundial de personas mayores de 60 años era del 8 % en 1950, aumentó hasta el 11 % en el 2009, actualmente es del 13 % y está previsto que alcance el 22 % en el 2050.

«A escala mundial, la población de ancianos aumenta a razón del 2,6 % anual, tasa considerablemente más acelerada que la del incremento de la población en su conjunto. Ese rápido crecimiento requerirá ajustes económicos y sociales de vasto alcance en muchos países», asegura este informe.

La situación parece clara. Cada país rico o pobre, industrializado o en desarrollo, tiene una población que envejece en alguna medida. Cuando los jóvenes de hoy avancen hacia la edad madura y más, la población de ancianos aumentará más rápido que ningún otro sector de la población mundial, al menos hasta el 2050.

«Ya se ha reconocido en general que se trata de un problema de gran magnitud en materia de política», señala este organismo de la ONU. Y añade que, aunque hay sustanciales diferencias en la manera en que cada país planifica el envejecimiento de las poblaciones y los servicios que ofrecen los Gobiernos, cada vez se espera más que las organizaciones no gubernamentales, los filántropos y el sector privado complementen las acciones gubernamentales para el cuidado de ancianos.

Pero no todo está perdido. Según este informe, en China y la India, los dos países más poblados y con mayor población anciana, el interés por este sector poblacional está en aumento, y suscita investigaciones y un replanteo de la opinión prevaleciente durante mucho tiempo de que lo natural es que la familia asuma la responsabilidad de cuidar ancianos. Aunque resulta llamativo que el capítulo dedicado a la ancianidad termine con preguntas, y no con respuestas, como: ¿cuánto puede durar el actual nivel de atención a medida que aumente la cantidad de personas que necesitan asistencia en su ancianidad? o ¿el nivel de vida de este sector en Europa, el más alto del mundo, correrá peligro si los países ricos experimentan dificultades?

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