El centro de nuestra vida digital

Javier Pedreira, «Wicho»

SOCIEDAD

22 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Como he comentado en múltiples ocasiones, mi primera reacción a la presentación del iPod fue no ya de un absoluto escepticismo, sino de un convencimiento completo de que Steve Jobs y su equipo habían perdido la cabeza y que iban a hundir a Apple, que justo empezaba a levantar cabeza tras su vuelta, con esa idea descabellada.

¿Para qué iba a querer nadie un reproductor de MP3 de casi 600 dólares? Es más, ¿qué hacía Apple, un fabricante de ordenadores, metiéndose en el mercado de la electrónica de consumo?

Pero como venía diciendo el mismo Jobs desde el principio, era el primer paso de Apple para dejar de ser solo una empresa de ordenadores y prepararse para poder estar en el centro de nuestras vidas cada vez más digitalizadas.

Y aunque tardé un tiempo en darme cuenta de que tenían toda la razón del mundo con esa estrategia, no se puede negar que en la actualidad, con la reciente presentación de iCloud, el servicio de sincronización en línea de Apple, es más fácil que nunca gestionar todos nuestros documentos, fotos, música, vídeos, la agenda, nuestros contactos, etcétera, desde una combinación cualquiera de los literalmente cientos de millones de Macintosh, iPod, iPhone, o iPad que han vendido, en especial gracias a la enorme facilidad de uso que presentan.

Férreo control

Aunque también es cierto que buena parte de esta facilidad de gestión de la información viene de que estos dispositivos están férreamente controlados por Apple, algo que le vale la inquina de mucha gente.

Pero en cualquier caso diría que no está nada mal para una empresa que a finales de los noventa todo el mundo daba por acabada y que ahora es una de las más ricas del planeta, gracias a que sus directivos supieron ver a tiempo por dónde tenían que tirar, anticipándose incluso a las necesidades de los compradores.