La Luna tiene cien veces más agua de lo que se creía

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

El trabajo se basó en el análisis de dos muestras de rocas traídas a la tierra en las expediciones Apolo y en el de un meteorito lunar caído en África.

16 jun 2010 . Actualizado a las 10:31 h.

La Luna ya no es lo que era. Al menos a ojos de la ciencia. En menos de dos años pasó de ser un satélite absolutamente seco a convertirse en un astro húmedo. Si el análisis de cristales volcánicos lunares realizado por la NASA en el 2008 aportó la primera evidencia de que en la Luna hubo agua, una nueva investigación del Laboratorio de Geofísica del Carnegie Institute demuestra que en las rocas lunares no solo no hay agua, sino que la cantidad que acumulan es hasta cien veces superior a la que previamente se había supuesto.

«Durante más de 40 años hemos pensado que la Luna estaba seca», explicó Francis McCubbin, el director de una investigación que ha sido publicada en la revista científica PNAS . El trabajo se basó en el análisis de dos muestras de rocas traídas a la tierra en las expediciones Apolo y en el de un meteorito lunar caído en África. Los fragmentos se estudiaron mediante una novedosa técnica de espectrometría de masas de iones secundarios. El agua contenida en la Luna varía de 64 partes por mil millones a 5 partes por millón. «Si tomamos toda el agua contenida en las rocas lunares y la derramamos en superficie, formaría una capa de un metro de profundidad que cubriría toda la Luna», precisa McCubbin.

De las muestras tratadas, los científicos analizaron el único material relacionado con el agua en las rocas: la apatita. Se trata de un componente importante del esmalte dental y de los huesos. Este material «tiene más capacidad de retener agua que el cristal volcánico», la muestra que investigó la NASA hace dos años y a partir de la cual determinó la existencia de restos de líquido en el satélite.

El trabajo revela que el agua es originaria de la Luna, ya que se encontraba en el mismo momento en que el astro se formó después de que un cuerpo del tamaño de Marte chocara contra la Tierra hace unos 4.500 millones de años. El enorme impacto produjo escombros fundidos, una especie de magma ardiente, que, con el tiempo, se enfriaron y dieron origen al satélite.

Este mismo año, la sonda espacial india Chandrayaan-1 también había hallado gruesos depósitos de hielo cerca del polo norte lunar.