La NASA muestra «más clara que nunca» la llegada a la Luna

Tatiana López

SOCIEDAD

Gastó 250.000 dólares para probar de una vez por todas que la misión del «Apolo XI» no fue un montaje

17 jul 2009 . Actualizado a las 10:14 h.

La bandera del Apolo XI ondeaba con un viento que no existe en la Luna. Los astronautas que participaron en la llegada al satélite nunca quisieron hablar de su aventura y nada más regresar a la tierra abandonaron la organización.

Durante décadas, teorías como estas han alimentado la idea de que la llegada a la Luna el 20 de julio de 1969 no fue en realidad más que un engaño orquestado por el Gobierno estadounidense, que en aquellos días libraba su propia guerra fría en el espacio exterior.

«Todo fue grabado en un estudio de televisión, si uno mira atentamente puede ver al tipo de sonido detrás de Neil Armstrong» era la frase más repetidas por escépticos de todo mundo. Sin embargo, esta hipótesis se rompía ayer definitivamente después de que ingenieros de la NASA ofrecieran una versión mejorada de las míticas imágenes, reconstruidas especialmente para el 40.º aniversario de la llegada al satélite.

«Hoy podemos decir que la llegada a la Luna se ve más clara que nunca», en palabras de Richard Nafger, antiguo ingeniero de la agencia espacial y encargado en su día de organizar la retransmisión en directo del paseo lunar. Nafger, quien en aquella época tenía apenas 28 años siempre dijo que el hecho de que 600 millones de personas pudieran ver la llegada a la Luna en directo no fue un milagro, sino un trabajo que implicó a varios satélites en todo el mundo, entre ellos uno localizado en España y otro en Australia. Precisamente en las oficinas de este satélite australiano es donde la NASA conseguía hace unos anos localizar la única copia de grabación, ya que las cintas originales grabadas en cabo Cañaveral fueron destruidas como parte del protocolo de reutilizar su material.

Tras hallar el material, la NASA invirtió al menos 250.000 dólares en un proceso que los expertos, aseguran, tiene más de limpieza de nombre que de avance científico.

«Se trataba no solo de ofrecer mejores imágenes, sino sobre todo de poder acallar ya los rumores que nos han perseguido durante toda nuestra carrera», dijo Nafger, que aseguró además que para llevar a cabo este milagro la NASA ha contado con la ayuda de un estudio de restauración de Hollywood. «Estos estudios han utilizado una tecnología que no estaba disponible cuando se produjo la grabación y que permite añadir mucha nitidez a las películas», explicó Mike Inchalik, otro ingeniero implicado en el proceso y a quien las continuas alusiones de la prensa a un montaje parecían no molestarlo ayer. «Quizá lo mejor es que lo vean. El deuvedé, por cierto, estará pronto a la venta».