«Generar otras fuentes de riqueza ayudaría a salvar los chimpancés»

SOCIEDAD

Goodall alerta del daño causado por el sistema económico a la selva y cree que los humanos no pueden ser arrogantes, pues no se diferencian mucho del resto del mundo animal

13 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

| La doctora Jane Goodall (Londres, 1934), a quien se la reconoce por sus investigaciones durante más de 50 años con los chimpancés, defendió ayer en A Coruña su apuesta por una conciencia medioambiental global y no paró de repetir que «cada individuo cuenta». «No tenemos que ser arrogantes, somos diferentes, pero no tanto del resto del mundo animal», consideró.

-¿Qué queda por conocer de los chimpancés?

-Realmente no se sabe, vas encontrando cosas que te van sorprendiendo. No se entiende el proceso en el que las jóvenes hembras se mueven fuera del grupo para estar en otra comunidad. Todavía están intentando ver si hay algún tipo de vínculo entre los padres y sus hijos biológicos, ahora que podemos establecer vínculos genéticos.

-Viaja 300 días al año. ¿No echa de menos la investigación?

-Sí, no solo analizar e investigar, sino el estar ahí fuera en el bosque.

-¿A qué atribuye el que sean más conocidas las investigadoras femeninas como usted, Dian Fossey o Biruté Galdikas?

-Se necesita paciencia, y la mujer se siente más feliz simplemente observando, pero ahora ya hay muchos hombres.

-¿Qué período de vida le da al chimpancé en libertad?

-Creo que mucho tiempo. Teniendo en cuenta medidas correctoras, en la cuenca del Congo hay aún zonas bastante salvajes. Pero tienen que existir medidas correctoras, crear otras fuentes de riqueza, como el ecoturismo. Creo que la compensación de carbono puede ser una solución para mantener estos bosques.

-¿Es únicamente un problema económico lo que lleva a la extinción de este tipo de especies?

-Mayoritariamente se trata de un problema económico, pero también una desesperación de las poblaciones locales por obtener tierras para tener ingresos, ya sea para agricultura, porque la población crece, o para vender para la supervivencia.

-¿Es capaz de cifrar los chimpancés que ha contribuido a salvar?

-Han pasado por nuestros orfanatos unos 500, pero es difícil de calcular. Podemos saber los que llegan huérfanos y han permanecido en nuestros centros, pero las medidas que se impulsan con las autoridades locales, como, por ejemplo, para reforzar la policía, son incalculables.

-¿Pasa todo por la conciencia medioambiental para salvar estas especies o hay otros factores externos?

-Hay enfermedades como el ébola, que nadie sabe dónde comenzó. Hay pandemias. Podría ser que el ébola sea una enfermedad inducida por los humanos, pero no se sabe. Pero mayoritariamente es un problema económico.

-Asegura que el ADN de los chimpancés solo se diferencia en un 1% del de los humanos. ¿Teme que con esa premisa correremos la misma suerte?

-Parece improbable, pero cuando pienso en la manera en la que tratamos a las plantaciones, la manipulación de las cosechas, hay científicos que creen que estamos creando un supermonstruo o superbicho resistente a todos los antibióticos. Las bacterias son más resistentes y cada vez resulta más difícil encontrar fármacos para curar enfermedades.