Foster proyecta en Abu Dabi una ciudad que no generará residuos

Amado Herrero

SOCIEDAD

Los ecologistas piden proyectos de este tipo en España, que tiene una dependencia energética del 85%

02 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Veinte kilómetros al sureste de Abu Dabi se levanta Masdar, donde los dólares del petróleo construyen una ciudad que no necesita combustibles fósiles. Libre de emisiones de gases y abastecida solo por energías renovables, todos los residuos que genere se reciclarán o eliminarán con procesos no contaminantes. Por sus calles no circularán más vehículos que trenes ligeros y taxis eléctricos automatizados que transitarán sin necesidad de conductor. Masdar es una iniciativa del gobierno de Abu Dabi, diseñada por la firma británica Foster&Partners, que ha contado para el proyecto con un presupuesto de 15.000 millones de euros.

Iniciada en el 2006, se espera que las labores de construcción estén concluidas en el 2014, aunque los primeros habitantes llegarán el próximo año. Toda la ciudad está proyectada para minimizar las necesidades energéticas. El trazado de las calles está diseñado para facilitar la continua circulación del viento. Las avenidas serán estrechas y sombrías para favorecer los desplazamientos a pie dentro del calor desértico. Los edificios tendrán en su mayoría entre cuatro y seis pisos y no superarán en ningún caso los 40 metros de altura. La distancia hasta el transporte más cercano en Masdar nunca rebasará los 150 metros. El recinto urbano, que en conjunto tiene una extensión de seis kilómetros cuadrados, acogerá a unos 50.000 habitantes.

Una gran planta de energía solar fotovoltaica proveerá de energía a las labores de construcción. Una vez finalicen estos trabajos, esta planta se eliminará y su espacio se utilizará para ampliar la ciudad. En las afueras se situarán granjas eólicas y centrales de valorización energética, que aprovecharán residuos para la obtención de energía. Masdar también contará con una importante planta de hidrógeno. Aquellos residuos no reciclables se quemarán en ausencia de oxígeno, proceso que elimina la emisión de carbono. Los residuos sólidos se utilizarán para tierra y abono, mientras que los industriales serán reutilizados.

En las murallas de la ciudad se instalarán aparcamientos (los coches están prohibidos en el recinto) y puntos de recogida de desechos. En los tejados se colocarán paneles solares. El sol también proporcionará energía a una planta de desalinización que abastecerá de agua a toda la ciudad, que además poseerá un sistema de refrigeración y deshumidificación. El 80% del agua de Masdar será reutilizable, reduciendo la demanda en un 60% menos respecto a una urbe normal.

Algunos escépticos consideran que el proyecto no es más que un lavado de cara para el emirato de Abu Dabi, cuyo consumo de energía y emisiones son desorbitados. Sin embargo, Heikki Mesa, de WWF/Adena, considera que «las ciudades tienen que empezar a consumir menos y a asumir parte de la generación de energía». Para Juanjo Gabiña, experto en ingeniería ambiental y desarrollo sostenible, «Masdar desarrolla los tres principios básicos de la sostenibilidad: no consume hidrocarburos fósiles, las emisiones de gases son cero y no produce residuos». Los especialistas denuncian la ausencia de proyectos así en España, cuya dependencia energética del exterior supera el 85%.