La idea de prohibir la Cienciología reaparece en Alemania

Afp

SOCIEDAD

Los expertos y los servicios secretos internos alemanes acusan a la secta de tendencias totalitarias.

17 ago 2007 . Actualizado a las 17:59 h.

Alemania, obligada por la Historia a mostrarse vigilante, se plantea la eventualidad de prohibir la Cienciología, acusada por los expertos y los servicios secretos internos de tendencias totalitarias.

Ursula Caberta, encargada de misión en Hamburgo, relanzó esta idea que ya había sido discutida en 1996 presentando la semana pasada su Libro negro de la cienciología.

Según esta mujer, hay «bastante materia» para prohibir a esta «psico-organización totalitaria», que para infiltrar el poder federal de Alemania dejó en enero su sede en Baviera para trasladarse a un edificio de 4.000 metros cuadrados en Berlín.

Caberta recibió el apoyo de otros expertos. Uno de ellos, Thomas Gandow, denuncia la «ideología de exterminio» del ser humano desarrollada por la Cienciología. También la respaldan los ministros del Interior de los Estados federados alemanes, Udo Nagel, de Hamburgo, y Günther Beckstein, de Baviera.

Esta cuestión podría ser discutida durante un consejo de ministros del Interior en septiembre próximo.

Desde hace más de 10 años, Alemania está comprometida en una pulseada con la organización, fundada en 1954 por el escritor de ciencia-ficción estadounidense Ron Hubbard.

A diferencia de Estados Unidos, Sudáfrica o Venezuela, que ven a la Cienciología como una comunidad religiosa, el Tribunal Constitucional de Alemania le denegó ese estatus.

En 1997, el gobierno federal alemán rehusó lanzar un procedimiento de interdicción, a falta de pruebas para poder acusar a la secta de combatir con agresividad los fundamentos democráticos del país.

Pero el gobierno alemán, cuando estaba en Bonn , puso a esta organización bajo estrecha vigilancia debido a sus métodos «casi totalitarios».

En aquella época, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) expulsó a tres de sus miembros por pertenecer a la Cienciología.

«Si se decidió seguir de cerca a la Cienciología no es porque sea una secta más, sino porque se trata de una organización política extremista», subrayó un portavoz de los servicios secretos internos de Alemania.

Desde el nazismo, Alemania observa con lupa cualquier flirteo con los sectores extremistas del tablero político. Una vasta red de informantes y analistas rastrilla el país.

En comparación con 1997, los servicios secretos internos consideraban sus temores al menos «incambiados» y en el peor de los casos «reforzados» en 2006.

La Cienciología busca especialmente ganar «influencia política» y durante una reunión europea realizada el 8 de abril de 2006 en Bruselas, preconizó la lucha contra el «Cuarto Reich» que a su entender constituyen las instituciones de la Unión Europea, según se lee en su informe de 2006.

Su discurso es «guerrero» y proselitista. La Cienciología dispone de un «servicio secreto» y ejerce un «vasto control» sobre sus miembros, con total menosprecio de su libertad y «dignidad».

Los servicios secretos internos alemanes estiman entre 5.000 y 6.000 el número de adeptos a la Cienciología en el país de Goethe. La secta afirma tener cinco veces más (30.000).

La lucha contra la Cienciología es objeto de un vasto consenso en Alemania, como lo muestra la reciente consternación colectiva ligada a la elección del actor estadounidense Tom Cruise, estrella de la secta, para encarnar a un héroe antinazi, el conde Claus Schenck von Stauffenberg.

Por otra parte, algunos expertos, como el profesor de Derecho Heinz Schöch, consideran todo proyecto de interdicción condenado de antemano al fracaso, porque será dificil probar que la Cienciología amenaza a la Ley Fundamental alemana.

«Si el proyecto es lanzado, debe tener éxito», advirtió el vicepresidente del grupo parlamentario de la CDU, Wolfgang Bosbach. Un fracaso en el procedimiento de interdicción abriría la vía para un fortalecimiento de la secta.