Poder latino en Los Ángeles

Alba Díaz-Pachín

SOCIEDAD

CHRIS PIZZELLO

08 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Andan los hispanos de Estados Unidos alterados estos días y con razón, porque no sienten valorados en un país que sí los usa para trabajar y pagar impuestos. Incluso se han puesto en huelga para demostrar que son más necesarios de lo que en principio puede parecer, y quieren que el himno (sacrosanto resumen de las virtudes del sueño americano) se cante en su idioma. Para mí que lo van a tener difícil, y de hecho está claro que los blancos anglosajones tienen al hispano un peldaño por debajo de ellos. No es de extrañar en un país que se hizo eliminando sin opciones a los naturales, arrinconándolos en reservas y dejándolos hundirse. Ahora no llegan a tanto pero casi, porque los hispanos tienen sus propios festivales y premios, con una fiesta estupenda todos ellos, pero que apenas se ven cuando llega la hora de la verdad y las barbies rubias toman posiciones en la alfombra roja. Entonces, el valor hispano se diluye como azucarillo en agua y apenas les dejan las páginas finales de las revistas. El pasado fin de semana se celebró en Los Ángeles una fiesta hecha por y para (exclusivamente) latinos. Son los premios Alma, que entrega el Consejo Nacional de la Raza. La imagen espectacular que les traigo se tomó al concluir la actuación de Paulina Rubio , que para la ocasión tenía a unas gogós fabulosas: Rosaly Sánchez, Carmen Electra, Eva Longoria y Constance Marie. En la fiesta también estuvieron Jennifer López (muy guapa) con Marc Anthony , el familiar Andy García, los músicos y productores Emilio y Gloria Estefan y hasta Marcia Cross (Bree Van de Kamp desde hace un par de años) que muy latina no parece. Seguro que a usted no le coincide, porque sólo pasa una vez cada cien años, pero este bebé que ven en la foto ha nacido bajo una singular secuencia numérica. Jake , que así se llama, nació a las 1.02, tardó tres minutos en nacer (fue cesárea), el día 4 del mes 5 y del año 6; por si fuera poco, pesó 7 libras y 8 onzas. Es decir, del 1 al 8 todos los números seguiditos. Su madre, Gemma Burns, tiene 24 años y vive en Birmingham. Estoy medio encantada. El próximo miércoles el grupo Zeta saca a la calle Cuore , una nueva revista del corazón que también verá la luz el miércoles, con lo cual ese día se va a convertir en un festival rosa. El caso es que cuando digo lo de «medio» es por algo, ya que Zeta ha pensado Cuore para mujeres jóvenes, lo que ellos entienden por chicas de veintitantos. Y ahí mi casi disgusto, porque yo ya no tengo veintitantos pero me siento y veo joven, y no me gusta que me incluyan en el grupo siguiente «madres y abuelas»... ¿es que las de treinta y muy pocos tenemos hijas de veintitantos? En fin, supongo que haciendo ingeniería biográfica puede colarme de rondón entre el público de Cuore . Por cierto, la revista tendrá una tirada de 900.000 ejemplares y costará 50 centímos. Además de asuntos rosas, hablará de moda y televisión, que son temas que interesan a su público «joven». Lo que tienen claro es que no sacarán a segundones y famosillos de medio pelo, y que no pretenden reírse de las celebrities , sino con ellas y con ellas. Dicen en Zeta que las lectoras «van a agradecer este soplo de modernidad». Pues ya les contaré.