Hechos y figuras
23 abr 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Tras el placenta-gate del jabonoso Tom Cruise, los millones de personas interesados en asuntos del cuore andan pendientes del vástago más glamuroso de los últimos tiempos: el que lleva en su vientre la bella Angelina Jolie, fruto de su amor por el no menos despampanante Brad Pitt. La pareja se ha instalado en la urbanización de la imagen, ubicada en el enclave de Langstrand, entre las ciudades namibias de Swakopmund y Walvisbay. Ayer se supo que, en una acción que no tiene precedentes, el Gobierno de Namibia ha invitado a abandonar el país a los reporteros de medio mundo que andan a la caza de las dos beldades. La contundente decisión cuenta con el respaldo del primer ministro, Nahas Angula, quien cree que la pareja «se merece protección». «La señorita está esperando un bebé y la estáis acosando. El acoso no está permitido en Namibia», ha dicho Angula. El celo de las autoridades locales contrasta con las concesiones de Brangelina a los medios que ellos deciden. Estos días han posado en una sesión privada de fotos en el desierto de las dunas rojas de Swakopmund, mientras que la revista People tiene ya la exclusiva de la primera foto de la Jolie con su bebé. Eso sí, la revista tendrá que donar 3,5 millones de dólares a Unicef, oenegé con la que colabora la famosa hija de Jon Voight. La pareja tiene en mente ponerle un nombre namibio a su nuevo hijo, y los medios de comunicación locales han decidido echarles una mano. La radio estatal ha convocado a sus oyentes para que ofrezcan opciones: los nombres más votados están siendo Naledi, que quiere decir estrella ; y Katiti, que significa la pequeña . Gasolina letal La firma el diseñador Marc Jacobs, cuesta 20 dólares y se vende en las exclusivas tiendas del genial creador, responsable, entre otros méritos, del renacimiento de Louis Vuitton. A la vista de la deriva del precio de la gasolina, ya hay quien propone que la explícita camiseta de la derecha se venda en las propias estaciones de servicio. «¿La gasolina o la vida?» podría ser el lema. El actor estadounidense tuvo que ser ingresado en un hospital sudafricano a causa de las heridas que sufrió en una pierna durante el rodaje de su última película en Mozambique. La estrella, de 31 años, entró en el centro sanitario acompañado de ocho guardaespaldas, quienes lo protegieron con un paraguas azul para evitar que la prensa lo fotografiara. La película, The Blood Diamond ('El diamante de sangre'), está dirigida por Edward Zwick, se ambienta en la guerra civil de Sierra Leona y está coprotagonizada por Jennifer Connelly. ?DiCaprio se hizo una radiografía y poco después se reincorporaba al rodaje, ya que las heridas que sufrió fueron menores. El príncipe Enrique, hijo menor de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales, ha amenazado con devolver su recién estrenado uniforme de oficial si no se le envía a combatir al campo de batalla, según publicaba ayer The Mail on Sunday . El joven quiere participar en cualquier misión que se encomiende a su regimiento, los Blues y Royals de la caballería real, el más antiguo del país y con historial de combate en la mayoría de los conflictos de los últimos dos decenios, incluida la guerra de las Malvinas, las dos del Golfo Pérsico, Bosnia y Kosovo. De acuerdo con el periódico, el príncipe, convertido ya en segundo lugarteniente, ha dicho a sus superiores: «Si no se me permite desplazarme con mi unidad a una zona de conflicto, devolveré mi uniforme». ?Una portavoz de Clarence House, residencia oficial del príncipe Carlos, señaló que Enrique «siempre ha dejado claro que se une al Ejército, y en particular a la caballería real, para servir a su país como un soldado operativo». ?Sin embargo, «puede haber circunstancias en las que su presencia pueda atraer una atención excesiva que ponga en riesgo su vida y la de aquellos bajo sus órdenes». En una entrevista publicada el pasado septiembre, con motivo de su 21 cumpleaños, el tercero en la línea de sucesión ya adelantó su opinión sobre el tema: «De ninguna manera voy a pasar por Sandhurst para después quedarme en casa haciendo el vago mientras mis compañeros están por ahí luchando por su país».