Alberto Fujimori se ha casado, por segunda vez. Y como el ex presidente peruano, de 67 años, está en Chile detenido y a la espera de un proceso de extradición, lo hizo por poderes. El matrimonio fue registrado «en ausencia» en Tokio a las tres de la mañana (allí el Ayuntamiento no cierra). La ausencia fue total, ya que la novia, una rica empresaria hotelera japonesa de 39 años, Satomi Kataoka, tampoco estaba en la capital nipona, sino en Lima, apoyando la campaña electoral del partido de su ya marido. Los representantes de la pareja, que se conoció durante el exilio voluntario de Fujimori en Japón para escapar de un escándalo de corrupción, dijeron que para él fue «el día más feliz» de su vida. La boda, desde luego, no fue muy romántica ni de ensueño, pero sí simbólica, no crean. La fecha no fue elegida al azar, sino que coincide con la del golpe perpetrado por el ex mandatario andino hace ahora 14 años. Satomi, por su parte, ha asegurado que piensa dedicar su vida a cuidar y proteger a Alberto. Eso es amor. Roma abrirá hoy una exposición única, la que recoge 4.000 piezas que repasan la trayectoria artística de Sofia Loren. La propia diva, espectacular a sus 71 años, acudió a la inauguración y se mostró muy agradecida por el homenaje que le han brindado sus paisanos. No es para menos. Elegante, glamurosa y bellísima, protagonizó clásicos como Matrimonio a la italiana, La caída del imperio romano o La condesa de Hong Kong, se casó para siempre con el productor Carlo Ponti y ha ejercido de mamma con sus dos hijos. Cruise, un padre violento y una niñez solitaria Sigo con el séptimo arte, con uno de sus iconos. Tom Cruise ha revelado en una entrevista a la revista Parade que su padre, ya fallecido, era «un matón y un cobarde», que le pegaba a menudo y que también recibió palizas en los quince colegios a los que fue de pequeño. «Era la clase de persona que, si había problemas, te pegaba», asegura el actor. Cruise, que dice también que fue un niño solitario y sin amigos, confiesa que sólo volvió a ver a su padre en el hospital antes de morir. «Fue muy triste», recordó. Está claro que a este chico lo ha mirado un tuerto. Lo criticaron porque no le gustan las armas, luego por no saber conducir un deportivo con marchas y más tarde por subir a un barco con salvavidas. Ahora resulta que Daniel Craig, el controvertido nuevo intérprete de James Bond, no sabe jugar al póquer. Y la cosa daría igual de no ser porque la película se llama Casino Royale y hay escenas en las que 007 debe jugar y poner cara de póquer. Cuenta The Sun que los productores se desternillaban de risa cuando lo descubrieron y que han tenido que darle un cursillo acelerado. Y de la misma mujer, Kimberly Mathers. La pareja se separó en el 2001 tras dos años casados, se reconcilió y ahora el rapero de Detroit ha vuelto a presentar una demanda de divorcio sólo tres meses después de la segunda boda. Bueno, hay quien dice que no hay dos sin tres.