Un estudio certifica que el urogallo cantábrico es único en Europa

SOCIEDAD

La variedad tiene diferencias genéticas del tronco común, del que se desligó hace miles de años La Xunta ve indicios de que aún queda algún ejemplar en zonas altas de Lugo

30 oct 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

El urogallo cantábrico, el que comparten Galicia, Asturias, León y Cantabria, es una variedad única, diferente a cualquier otra que habita en Europa. Lo evidencia un estudio internacional elaborado por investigadores de las universidades de Exeter (el Reino Unido), La Plata (Argentina), Friburgo (Alemania) y Oviedo en el que se concluye que la tipología cantábrica es exclusiva de la península Ibérica, por lo que su desaparición supondría una pérdida definitiva. Imposible recuperarlo a través de sus congéneres de otros puntos del planeta, porque mantiene con ellos diferencias genéticas de miles de años. Exteriormente ya exhibía algunas características propias (es más pequeño y de plumas más claras). También se sabía desde los años sesenta que el urogallo cantábrico habita en bosques de hoja caduca, a diferencia de lo que hacen los del resto del mundo. Pero este último valor, el de la diferencia en el ADN, era desconocido hasta la fecha. Ahora podría resultar un dato definitivo. Sostiene el documento científico que, además, es muy baja la diversidad genética de estas aves del noroeste español; la menor entre las ocho poblaciones que se estudiaron. El estudio, que está a la espera de publicarse, sostiene que la subespecie de las pitas gallegas ha estado aislada del resto de los urogallos, los del centro y norte de Europa, durante un período de entre 170.000 y 620.000 años, durante glaciaciones cuaternarias. A partir de esa separación se llegó a una diferenciación genética total. Esas valoraciones se hicieron públicas en un encuentro internacional celebrado hace un mes en Francia, donde también se dieron cuenta otras investigaciones que abundaban en las mismas conclusiones. «La realidad es que es una población de la que se sabe muy poco, ya que casi no se ha investigado», admite Rolando Rodríguez-Muñoz, biólogo de la Universidad de Exeter y uno de los responsables del estudio sobre el urogallo cantábrico. La investigación se llevó a cabo durante los últimos diez meses analizando el ADN extraído de plumas recogidas en toda la cordillera Cantábrica, Pirineos y otras zonas del centro y norte del Viejo Continente entre el 2001 y el 2004. La situación ¿Cuántos de esos urogallos quedan en Galicia? Casi todo son especulaciones. La Xunta dice que hay indicios para saber que quedan algunos ejemplares, que, en el mejor de sus supuestos, se contarían con una mano. De hallarse, sería en las zonas más altas de Lugo. Llegar a ver uno es un lujo. Su situación, sostienen los expertos, es crítica, y su futuro, muy negro, atendiendo a los grupos conservacionistas. De ahí que el estudio quiera servir también como alerta de la pérdida que supondría esta subespecie.